Muere por eutanasia Geneviève, la mujer belga que degolló a sus cinco hijos: ha alegado un "sufrimiento psicológico"

Geneviève Lhermitte, la mujer belga que fue condenada a cadena perpetua en 2008 por degollar a sus cinco hijos, ha muerto por eutanasia. Su fallecimiento se ha producido este miércoles 1 de marzo en un hospital de Valonia, sur del país.

Ha sido la prensa local la que ha informado sobre el fallecimiento de Geneviève Lhermitte a sus 56 años. Según el periódico 'Le Soir', la mujer había pedido en multitud de ocasiones la eutanasia por "sufrimiento psicológico sin esperanzas".

Geneviève Lhermitte estaba acusada de haber asesinado a sus cinco hijos. Al parecer, la mujer degolló con un cuchillo a sus hijos en sus respectivas habitaciones el pasado 28 de febrero de 2007. Justo después de estos cinco asesinato, Geneviève Lhermitte dejó unas notas de despedida en las que se podía leer "llamar a la Policía", avisó a los servicios de Emergencia e intentó suicidarse.

El tribunal de Nivelles, localidad ubicada al sur de Bruselas, condenó en diciembre de 2008 a cadena perpetua a la madre, después de que el jurado la declarara responsable de sus actos y culpable de asesinato premeditado. El caso conmocionó a la opinión pública belga, que siguió puntualmente el desarrollo de la investigación y el proceso.

Hasta el día mismo del juicio, los psiquiatras que examinaron a Lhermitte consideraron que era responsable de sus actos, pese a que se encontraba en un estado de ansiedad aguda y de depresión cuando asesinó a sus hijos.

Pero durante el juicio apareció una carta que Lhermitte había escrito a su psicólogo el día anterior a los hechos y en la que revelaba sus planes de suicidio y de llevarse a sus hijos en su muerte. "Un segundo análisis realizado tras esa revelación indicó que la mujer no podía ser considerada responsable de sus actos y recomendó internarla en una clínica psiquiátrica", informan desde EFE.

Sin embargo, el jurado encargado del caso se pronunció en contra de esas recomendaciones y aseguró que Geneviève Lhermitte era culpable del asesinato premeditado de sus cinco hijos.