La situación de extrema pobreza en la que viven muchas familias de Venezuela, esta vez, ha acabado con la vida de un menor que tuvo que recurrir a los desperdicios para calmar su hambre. Rudy Jose Arzolar Olivero, es el padre de seis hijos, ahora cinco, con los que vive en la calle tratando de sobrevivir cada día. Al no tener recursos para poder conseguir comida alguna, la familia de Rudy se ve obligada a rebuscar desperdicios en la basura, algo que no sabían acabaría con la vida de uno de ellos. La madre de los niños falleció y ahora es Olivero el que se hace cargo de todos ellos.
Rudy y sus hijos viven en las impetuosas calles de Venezuela, sufriendo las altas y bajas temperaturas sin apenas ropa, colchones o comida alguna. Rudy lamenta la pérdida de Manuel Arzolar, su hijo de 12 años que, al buscar con qué calmar su hambre, hurgó entre los desperdicios y comió lo que iba hallando, sin saber que aquello acabaría con su vida. “Yo soy padre y madre a la vez para ellos. La mamá murió. Espero que me ayuden. No tengo qué darles. No hay trabajo. Lo que conseguimos es para medio comer. Vivimos en el botadero y ahí ellos meten la mano y yo también. De ahí comemos. Ahí fue que el niño agarró algo y comió”, expresó.
Entre llantos, Rudy trata de hacer un llamamiento a las personas a las que llegue su testimonio para cambiar su vida y recibir cualquier tipo de ayuda posible, pues la preocupación y tristeza que le inunda desde la pérdida de su hijo le ha resultado devastadora. Este caso fue recogido por la Fundación Cuidarte, la cual busca ayudar a esta familia que, según comentan, no cuentan con los medios necesarios para enterrar al menor. “A las personas, instituciones que puedan ayudar a esta familia que no tienen el mínimo recurso para enterrar al pequeño y tampoco para comer ni cubrir tan solo las necesidades básicas. Estaremos enormemente agradecidos”, agregaron.