Camila, reina de Inglaterra: ¿Por qué Felipe de Edimburgo no pudo ser rey?

El ascenso al trono de Carlos III de Inglaterra hace que Camilla Parker Bowles se convierta en reina consorte, fue la propia Isabel II la que confirmó en el día de Jubileo de Platino su deseo de que Camilla de Cornualles se convirtiera en reina consorte.

"Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en rey, sé que le brindarán a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me han brindado a mí. Es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su propio servicio leal", fueron las palabras de la difunta Isabel II.

Príncipe Felipe, duque de Edimburgo

Desde que contrajo matrimonio con la Reina en 1947, el príncipe Felipe de Edimburgo fue un pilar fundamental de la monarquía británica. Siempre caminaba detrás de Isabel II, y así, en un segundo plano, se le podía ver en todos los actos públicos, pero nunca fue considerado rey consorte.

La diferencia entre ser nombrado reina consorte y no rey consorte tiene que ver con el sexo, es decir, Consorte del Reino Unido es un título real británico creado únicamente para la esposa del monarca que lidera el país. Siendo así considerada reina consorte la persona que se casa con el rey, por lo que recibe el título, pero en cambio la persona que se casa con una reina no es considerada como rey.

Durante 73 años de matrimonio, la Reina de Inglaterra y el Duque de Edimburgo tuvieron 4 hijos, los Príncipes Carlos, Andrés, Eduardo y la Princesa Ana. Sin duda, fue uno de los mejores embajadores de la Corona, a la que representó hasta los 96 años, convirtiéndose en uno de los miembros más cercanos y carismáticos de la Familia Real Británica. Además, fue parte indisociable de todos los eventos que han rodeado a la monarquía británica desde el final de la II Guerra Mundial.

Al Duque de Edimburgo se le atribuyen más de 20.000 actos oficiales, entre ellos 250 visitas al extranjero, lo que le llevó al propio Felipe a describirse como “el descubridor de placas más experimentado del mundo”, haciendo gala de un humor que le generó más de un dolor de cabeza hasta el punto de que los diarios británicos contaban con secciones específicamente dedicadas a publicar sus lapsus y salidas de tono.

Felipe de Edimburgo, que renunció a sus títulos como Príncipe de Grecia y Dinamarca para poder casarse con la reina, también fue nombrado conde de Merioneth, barón Greenwich, además de Duque de Edimburgo. Falleció un año antes que Isabel II, en abril de 2021 a los 99 años.