Ucrania se la juega y pasa a la ofensiva contra Rusia: cómo puede afectar al curso de la guerra

  • Kiev ha pasado a la contraofensiva en las regiones de Zaporiyia y Donetsk y asegura haber recuperado varios pueblos

  • Ucrania trata de romper el corredor que permite a Moscú conectar la península de Crimea con el Donbás

  • ¿Puede debilitarse el apoyo occidental a Kiev si no logra sus objetivos? El tiempo corre en su contra

Ucrania ha decidido jugársela. Los enfrentamientos entre las tropas ucranianas y rusas se han intensificado en distintos frentes en los últimos días en lo que se interpreta como el lanzamiento de la largamente esperada contraofensiva de Ucrania para retomar territorio ocupado por las tropas rusas. Está por ver si es una ofensiva en toda regla o son pequeñas operaciones para tantear las defensa rusas. El presidente Volodímir Zelenski admitió el pasado sábado que Ucrania ha iniciado "contraofensivas", pero sin dar más detalles. La propia Rusia reconoce que el Ejército ucraniano ya ha desplegado en varios sectores del frente "refuerzos estratégicos". En las últimas horas, la viceministra de Defensa de Ucrania ha informado de la toma de tres pueblos en un avance desde Velyka Novosilka en lo que supondría una penetración de seis kilómetros en terrtiorio hasta ahora controlado por los rusos. Una información que no se ha podido confirmar de manera independiente.

Con su esperada ofensiva, que puede durar meses, Ucrania se la juega porque no puede esperar más. Tiene que demostrar que los ingentes suministros militares occidentales sirven para cambiar la situación sobre el terreno, pero al mismo tiempo su operación no está exenta de riesgos. ¿Qué probabilidades tiene de lograr una victoria frente a las fuertemente atrincheradas defensas rusas? ¿Puede flaquear el apoyo occidental si no logra sus objetivos? ¿Qué se consideraría que ha cumplido sus objetivos cuando ni siquera se han expuesto de una manera explícita?

El recrudecimiento de los ataques se produce tras la destrucción de la presa ucraniana de Kajovka, que ha provocado fuertes inundaciones y de cuyo ambas partes se acusan mutuamente. Las autoridades ucranianas han reprochado a Rusia volar la infraestructura para frenar sus planes de contraataque. En este contexto, Putin ha vuelto a amenazar con su carta más temida al anunciara el despliegue de armas nucleares en territorio bielorruso en julio.

El inicio de la contraofensiva

Las fuerzas ucranianas han lanzado "operaciones ofensivas con distinta suerte" en al menos tres sectores del frente: en Zaporiyia, en Donetsk y en Bajmut, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW por sus siglas en inglés). El Ejército ruso ha informado de batallas de artillería, drones e infantería en las regiones de Zaporiyia y Donetsk. El Gobierno de Ucrania ha anunciado este domingo que sus fuerzas han recuperado en las últimas horas la localidad de Blahodatne, en la región oriental de Donetsk y que se encuentra a unos 35 kilómetros al sur de Donetsk ciudad. La supuesta liberación se ha difundido en Twitter con la imagen de soldados ucranianos alzando su bandera en un edificio derruido.

El avance ucraniano no está siendo un paseo militar. Fuentes del ministerio ruso de Defensa citan fuertes pérdidas humanas y materiales imposibles de confirmar de manera inde3pendiente, pero según la web Oryx, que lleva el recuento de pérdidas materiales a partir de fuentes informativas abiertas, los ucranianos habrían perdido al menos tres carros de combate Leopard, el modelo de tanque alemán enviado por los aliados europeos en los últimos meses. Kiev ha recibido entorno a un centenar de unidades.

Romper el corredor ruso

Con la ofensiva en Zaporiyia, Ucrania trata de romper el corredor que permite a Moscú conectar la península de Crimea (anexionada por Moscú en 2014) con el Donbás. En la región de Zaporiyia, en Enerhodr, se encuentra la mayor central nuclear de Europa, ocupada por Rusia desde marzo de 2022.

"Que Ucrania ha adoptado una actitud ofensiva es evidente. Hay un cambio de actitud, pero de ahí a considerar todo lo que estamos viendo como una gran contraofensiva... yo creo que hay que esperar un poco y ver cuáles son los resultados reales. Hay que ver si en Zaporiyia hay una verdadera ruptura del frente. Es decir, romper el frente no es romper una primera línea sino ganar una profundidad a través de las sucesivas líneas defensivas de manera que pueda permitirse ensanchar esa ruptura y meter más unidades", dice a NIUS Francisco José Gan Pampols, teniente general del Ejército de Tierra en la reserva.

Este militar explica que una contraofensiva no es una guerra relámpago: "La gente está esperando una acción resolutiva inmediata; una especie de blitzkrieg (guerra relámpago) como la de Alemania en la II Guerra Mundial al invadir Polonia en quince días. Esto no hay que esperarlo porque no se va a dar. Se habla de meses".

Las líneas defensivas rusas

Gan Pampols explica que las fuerzas ucranianas se están enfrentando "a una defensa organizada que no encontró ni en la ofensiva de Járkov (a finales de verano principio de otoño pasado) ni en la que hizo luego en la zona de Jersón. Entonces, no se produjo una defensa en profundidad sino un repliegue. Ahora no; ahora, hay sucesivas líneas de defensas fortificadas, campos de minas...".

Atacar es más complicado que defender, en particular si lo que se busca es atravesar líneas reforzadas, como las que parecen haber establecido los rusos durante estos meses en la línea del frente. "Una operación de ruptura es algo extremadamente exigente y difícil, por lo que preparar una fuerza de choque y asalto es también muy complicado. La fuerza ucraniana de estándares reducidos quizás no sea la óptima, pero podría ser suficiente para conseguir el éxito. Sin embargo, es evidente que lanzar la fuerza sin estar plenamente capacitada implica un riesgo elevado", señalaba el experto en temas militares Guillermo Pulido hace unas semanas en un artículo en Political Room.

¿Cómo puede afectar la destrucción de la presa de Kajovka, en la región de Jersón, a una contraofensiva ucraniana que llevaba tiempo gestándose? Kiev dice que con su voladura, Moscú ha querido frenar su avance. Miles de personas han sido evacuadas a ambos lados del río Dniéper, pero los territorios más afectados por las inundaciones son los que están bajo control ruso (Ucrania controla la orilla occidental y Rusia la oriental).

El teniente general español explica que "las posiciones defensivas de primera línea han desaparecido, los campos de minas se han desbaratado... Si se hace con un ánimo de contener la defensa quizá no ha sido la mejor idea. Esto el caso de que haya sido Rusia, que todavía, de forma irrebatible, no lo ha dicho nadie".

Una opinión con la que coincide uno de los expertos más citados en esta guerra, Michael Kofman, director de estudios rusos en el Centro de Análisis Naval de EE.UU.: "Destruir la presa no reduce el frente ruso ni les facilita la defensa [a las fuerzas rusas]", escribe en Twitter. "Si Ucrania quiere romper las líneas en Zaporiya y cortar el corredor ruso, es poco probable que la inundación impida ese tipo de operación".

Riesgo para Ucrania, si no consigue sus objetivos

Ucrania se la juega. Pero ¿y si no consigue sus objetivos? ¿Se debilitará el apoyo occidental? El tiempo corre en su contra. "Cuanto más tiempo pasa en el conflicto, cuanto más difícil se vislumbra el final, más posibilidades hay de que flaquee el apoyo occidental,", afirma Gan Pampols. Y eso es así porque "al final eso hay que financiarlo y no son los gobiernos quienes lo financian, son los ciudadanos. Y estos son los que lo ven repercutir en su economía, en lo cotidiano, en los carburantes, en la alimentación... son las consecuencias de esta guerra".

Por todo ello, lo más probable es que "las presiones para que se alcance un alto el fuego van a aumentar a medida que se prolongue el conflicto". En esta situación, Ucrania estaría intentando llegar a una presunta negociación (en caso de que esta se produjese) "con el máximo de terreno recuperado", pues cuanto más haya recuperado menos tendría que negociar.

Sobre el terreno, el pronóstico no es esperanzador: "Ni Rusia tiene capacidad para conquistar Ucrania ni Ucrania, tal y como está ahora, no sé si más adelante, tiene capacidad para derrotar totalmente a Rusia;", dice Gan Pampol.

Escenarios sobre el futuro de la guerra

Expertos occidentales plantean tres escenarios distintos sobre el curso de la guerra, según The Economist. El primero implica un gran avance ucraniano, en el que cortan las líneas de suministro a Crimea o recuperan gran parte del territorio en la región oriental del Donbás. ¿Provocaría es colapso de las fuerzas rusas una pérdida de poder de Putin? Es difícil saberlo.

Un segundo escenario prevé pérdidas rusas menores, pero también más derrotas si la guerra continúa. El tercer supuesto plantearía un punto muerto que permita a Moscú retener la mayor parte del territorio que ha invadido. Esto "socavaría la confianza occidental en Ucrania y envalentonaría a Putin", señala The Economist

Por delante, la incertidumbre. En el horizonte también, unas elecciones presidenciales en Estados Unidos en las que el expresidente Donald Trump quiere volver a ser candidato. Recientemente, ha asegurado que él pondría fin al conflicto "en 24 horas". También se ha quejado de la cantidad de fondos estadounidenses destinados a Ucrania. Que Washington pueda, en un futuro, cortar el flujo de la ayuda o aceptar las condiciones de Putin es otro de los miedos de Kiev.