Los últimos mensajes de WhatsApp de Iván Illarramendi, asesinado por Hamás en Israel: “Me ha caído metralla en el pecho”

El 7 de octubre, Hamás perpetró una ofensiva contra varias localidades israelíes cercanas a la Franja de Gaza, entre ellas la granja agrícola Kissufin, donde vivían Iván Illarramendi, de 46 años y natural de Zarautz, y su esposa Dafna Garcovich, de 47 años y nacida en Chile. Ambos murieron junto con una soldado sevillana de 19 años que estaba de servicio militar. Los cuerpos quedaron tan calcinados que su identificación se demoró varios días.

‘El Confidencial’ ha publicado los últimos mensajes de WhatsApp que Illarramendi envió a sus allegados en España antes de fallecer. Tras pasar una temporada en Bilbao, donde se crió con una tía, se trasladó con su mujer, de ascendencia israelí, al lugar del suceso.

Illarramendi narró a sus contactos la situación que vivía la mañana del ataque: “Mañana peligrosa estamos teniendo. Estamos bien, pero me han disparado. Han entrado en mi casa”. Mientras tanto, Hamás seguía asaltando los kibutz y el festival de música electrónica Supernova que se celebraba en la zona. Los mensajes del vasco fueron contestados con consternación por su entorno cercano en España: “Como???? Quien!????? Te han dado??? Me cago en diooossss. Sal de ese puto país!!!!”.

Desde España, le mandaron una imagen de una noticia que anunciaba que Israel había activado el estado de alerta de guerra. Illarramendi contestó: “No, si ya me he enterado. Lo de esta mañana ha sido la hostia”.

En los chats de WhatsApp, le preguntaron: “¿Pero estáis bien?, ¿o te ha dado un balazo? ¿Físicamente estás bien?”. Illarramendi relató que estaba herido, pero que no era grave: “Sí, estamos bien, un balazo no, de milagro, pero han tirado una granada a la puerta y me ha hecho una herida en el brazo y me ha caído metralla en el pecho. La puerta de casa tiene unos cuantos balazos, sé que se ha roto el espejo y no sé qué más”.

Tras este intercambio, no volvieron a tener noticias de él: “Cómo vais. ¿Los militares actúan o qué?”, “Por favor, Iván, contéstame”, “Me estoy poniendo nervioso”, “Necesito oírte”. Estos mensajes de WhatsApp quedaron sin respuesta.

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