Un equipo de 'Informativos Telecinco' llega a Santorini tras la alerta por terremotos: "Los turistas y los locales se han ido por miedo"

La isla griega de Santorini habitualmente está completamente llena de turistas. Sin embargo, la imagen de los últimos días es muy distinta. Por el temor a terremotos, los turistas y muchos de sus vecinos se ha marchado de la isla griega. No obstante, Marcos Méndez, reportero de 'Informativos Telecinco' y su compañero Rafa Jiménez, cámara que le acompaña, han llegado a la zona para contar cuál es la situación en este mismo momento.

"Tanto turistas, como los locales se han ido por ese miedo a los terremotos. En total unas 15.000 personas", explica el reportero de 'Informativos Telecinco' mientras muestra las calles vacías de la isla griega.

Marcos Méndez, testigo de los terremotos que se están produciendo en Santorini

Uno de los grandes peligros que presenta la isla de Santorini en caos de terremoto son las casas construidas en la ladera de las montañas.

"Un terremoto fuerte podría hacer que se vinieran todas abajo. Nosotros llevamos solo unas horas aquí y hemos sentido varios terremotos. Eso sí, de muy baja magnitud", apuntaba el reportero.

Santorini, convertida en casi una isla desierta

Santorini es una isla fantasma. Hoy su aeropuerto, antaño abarrotado de visitantes, sus calles, donde para abrirse paso hasta hace días había que hacer contorsionismos; o sus miradores, donde la estatura sí que importaba para la foto, escenifican el éxodo que ha sufrido este destino turístico de primer orden.

Las 7.000 sacudidas de la última semana, con dos nuevos terremotos considerables este domingo, ha espantado también a la mitad de su población, evacuada ante la alerta de una posible erupción catastrófica.

Entre los que se han quedado encontramos a una farmacéutica que asegura que no tiene miedo, aunque lo cierto es que su negocio se ha resentido.

Dimitri, otro vecino de la isla, comenta que tampoco le asustan los terremotos, porque, recuerda, "aquí son muy frecuentes".

De hecho, sus habitantes tienen presente el origen de la isla. Los acantilados no son más que lo que queda de la caldera de un 'megavolcán', cuya explosión hace 3600 años, una de las mayores de la historia, arrasó la primera Santorini.

Ahora, la posibilidad de que la historia se repita solo parece dejar indiferentes a cuatro gatos.

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