Nunca hubo un papa Juan XX: el motivo por el que Pedro Julião decidió saltarse un número

El Papa Francisco, de espaldas
El Papa Francisco, de espaldasCordon Press
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Tras el anuncio de su muerte, que tuvo lugar el pasado lunes 21 de abril a las 07:35h de la mañana, el Papa Francisco será sucedido por un nuevo pontífice, que elegirá el nombre con el que deseará ser conocido y recordado. Entre los 266 papas que han liderado ya sus pontificados en la historia de la Iglesia Católica, ha habido varios píos, juan pablos, benedictos o juanes y el número que les acompaña designa la cantidad que ha habido de los mismos. Sin embargo, hubo un papa que debió existir pero que nunca lo hizo, por el lapsus del nuevo papa que el cónclave eligió.

Cuando Pedro Julião fue designado, quiso llamarse Juan, pero en vez de coger el testigo de Juan XIX, entronizado en el año 1024 según según la enciclopedia católica, y llamarse a sí mismo Juan XX, se equivocó, se saltó la numeración y se puso el nombre de Juan XXI. De origen portugués, este médico siempre será recordado por el libro cuya autoría se le atribuye, el Tesoro de los Pobres, donde, impensablemente, incluyó varios capítulos con recomendaciones masculinas para practicar el coito, así como para reprimir el deseo sexual si se pretendía practicar el celibato.

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Juan XXI se equivocó: le tocaba ser Juan XX

La revolucionaria estela de los papas llamados Juan alcanzó su máxima representación con la llegada de Juan XXIII, considerado como el papa que "abrió la Iglesia al mundo". Ahora, habrá que esperar a que se celebre el cónclave de cardenales que tendrán que ponerse de acuerdo para elegir un nuevo pontífice, sin atisbo alguno de si éste será aperturista, como lo fue Francisco, o por el contrario, de corte conservador. El cónclave deberá celebrarse después de los novendiales - los nueve días de luto obligatorio tras la muerte de un papa - y nunca pasados más de 20 días después de su deceso.

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Tras un largo periodo de hospitalización, que comenzó el pasado mes de febrero, cuando el papa Francisco fue diagnosticado de una neumonía bilateral, finalmente, Bergoglio falleció a causa de un derrame cerebral. A las siete de la mañana del pasado lunes, comenzó a sentirse mal, muriendo apenas media hora después y sin posibilidad de reanimación, tal y como versa el informe médico. Con su muerte, se abre un periodo de incertidumbre dentro de la Iglesia Católica, que ha sorprendido incluyendo en el cónclave a un cardenal millenial de 45 años de edad.

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