José Mujica, de ser guerrillero a ser un presidente que soñaba con un mundo mejor: "Luché por cambiar la vida de mi sociedad"
Uruguay despide a José Mujica: se espera que el cuerpo del exmandatario llegue este miércoles a la Plaza Independencia
La vez en que José Mujica viajó a Euskadi buscando sus raíces y visitó Muxika, el pueblo que da nombre a su apellido
Mandatarios de todo el mundo lamentan la muerte de José Mujica, expresidente de Uruguay. Lula da Silva el presidente de Brasil ha mostrado su tristeza a través de unas palabras en una rueda de prensa en las que aseguraba que de todos los políticos que conoce "ninguno se compara con su grandeza".
A lo largo del día de hoy, Uruguay se prepara para despedirse de él. Está previsto que el cuerpo del exmandatario llegue hoy a la Plaza Independencia. A José Mujica siempre se le recordará en su finca, junto con su tractor y su viejo escarabajo del 87, un coche que usaba incluso cuando estaba al frente del país. Poco más necesitaba: "O logras ser feliz con poco, o no logras nada. Porque la felicidad esta dentro de ti", era una de las muchas frases célebres que se le atribuye al expresidente.
- Las frases más memorables de José Mujica: "La vida es el único valor que no se puede comprar"
- Muere Iñaki Fernández, cantante del grupo Glutamato ye-yé e icono de la Movida madrileña, a los 64 años
- Muere Alfonso de Borbón y Escasany, primo segundo del rey emérito Juan Carlos de Borbón, a los 80 años de edad
De guerrillero a político en el 85
Con ese poco y una maleta de principios consiguió que el mundo entero se fijará en Uruguay: "Luché por cambiar la vida de mi sociedad". Su carrera empezó en la guerrilla del movimiento marxista a finales de los 60. Estuvo casi 15 años preso, pero jamás contempló la venganza por ello.
En el 85, el guerrillero se convirtió en político y fue presidente de Uruguay del 2010 al 2015. Durante su presidencia, recibía a mandatarios de distintos países en su modesta finca, como hizo con el rey Juan Carlos. Fue un valedor de la vida por encima de todo. Y se despedía de ella tranquilo porque nadie le quitó su objetivo de "soñar con un mundo mejor. Me puedo morir tranquilo".