Trump insiste en que Musk "se ha vuelto loco" y aleja la posibilidad de una reconciliación
Elon Musk fue el primer en abrir fuego en público contra Trump arremetiendo contra el proyecto fiscal de los republicanos
Guerra Donald Trump – Elon Musk: el empresario parece dar marcha atrás en su amenaza de “desmantelar” la nave Dragón
La amistad entre Trump y Musk se ha roto en medio de acusaciones y amenazas que no hacen presagiar un final feliz. El multimillonario dueño de Tesla acusó al presidente de EEUU de estar en la lista de Epstein, responsable de organizar orgías con menores. El republicano le respondía con la amenaza de cancelar todos los contratos que tiene el empresario sudafricano con el Gobierno. Un día después Trump ha vuelto a hablar del tema asegurando que Musk "se ha vuelto loco".
Trump al ser preguntado por un periodista de la cadena ABC sobre una posible reconciliación en una próxima llamada telefónica a Musk en las próximas horas respondió: "¿Os estáis refiriendo al hombre que se ha vuelto loco?".
A continuación, el presidente estadounidense, ha asegurado que no está "particularmente" interesado en conversar con el empresario, que lo aupó a la Casa Blanca con más de 200 millones de euros de apoyo a su campaña electoral.
Musk fue el primer en abrir fuego en público contra Trump y su proyecto fiscal
Trump, que ya no disimula su malestar con el sudafricano, ex jefe de DOGE, elevando el tono de sus declaraciones contra Musk. Como un enamorado despechado ha vuelto a decir que está "decepcionado" con el comportamiento del magnate, que no ha parado de criticar su nuevo proyecto fiscal y al que ha llamado "abominable" y "repugnante".
"Estoy muy decepcionado porque Elon conocía los entresijos de este proyecto de ley mejor que casi cualquiera de los presentes. Mejor que ustedes. Él lo sabía todo", ha asegurado Trump ante los medios en la Casa Blanca después de que Musk avisara que el proyecto de ley llevaría a la ruina al país.
Lo que parecía un divorcio civilizado después de la despedida de Musk por todo lo alto en el despacho oval con la entrega de la llave de la Casa Blanca se ha convertido en un altercado sin filtros.