Andrea Russo, el hombre de 35 años que murió succionado por el motor de un avión con rumbo a Oviedo en el aeropuerto de Bérgamo
La Policía investiga lo ocurrido mientras los testigos de los hechos no salen del shock: “Estaba en la ventanilla y lo vi corriendo hasta nosotros"
Las primeras hipótesis tras la muerte de un hombre succionado por el motor de un avión en Bérgamo, Italia, apuntan a un suicidio
BérgamoEl hombre que murió succionado por el motor de un avión en el aeropuerto de Bérgamo-Orio al Serio ha sido identificado como Andrea Russo, un varón de 35 años vecino de la localidad donde se ubica el propio aeropuerto, en el nordeste de Milán, Italia. Las autoridades investigan lo ocurrido y recaban toda la información disponible mientras afloran las críticas sobre los posibles fallos en los protocolos de seguridad aeroportuarios.
Mientras la Policía italiana avanza en sus pesquisas para determinar las causas de la muerte, los pasajeros que fueron testigos de lo ocurrido no salen del shock. Varios de ellos presenciaron cómo el hombre se acercaba las turbinas del avión, que iba a partir rumbo a Oviedo, Asturias, sintiendo "una vibración muy fuerte" después de que fuese engullido.
Al parecer, Andrea Russo llegó hasta el aeroplano tras burlar los accesos, accediendo incluso con su vehículo a una zona restringida. Entró en sentido contrario al aparcamiento y, tras dejar las llaves puestas, echó a correr directo al aeropuerto con varios polic ías persiguiéndolo.
La muerte de Andrea Russo succionado por el motor del avión: ¿Fue un suicidio?
“Vimos toda la gente que venía persiguiendo a esta persona”, han contado los testigos, relatando los hechos.
Andrea Russo, tras cruzar la zona de llegadas, por una puerta de emergencia accedió a la pista.
“Estaba en la ventanilla y lo vi corriendo hasta nosotros”, cuenta otra testigo.
En unos segundos, el hombre llegó hasta el avión, el más cercano a su posición, a punto de despegar hacia Oviedo con 150 pasajeros. Primero se acercó a una turbina y luego a la otra, siendo en ese momento cuando fue succionado.
“De repente sentimos una vibración muy fuerte. Todo el mundo (llevándose las) manos a la cabeza”.
Andrea Russo no estaba ni en la lista de pasajeros ni en la de la tripulación y la Policia italiana investiga ya lo sucedido como un suicidio.
Las autoridades están analizando cómo pudo irrumpir con tanta facilidad en la pista.
La seguridad en el aeropuerto de Bérgamo, en cuestión
Tras lo ocurrido, muchos se preguntan por los protocolos de seguridad en el aeropuerto. “Quizás hay que revisarlo”, subraya un pasajero.
Existen zonas restringidas en torno a las turbinas, como explica Jesús Bravo, ingeniero aeronáutico, ante nuestras cámaras: “Cerca de una turbina en marcha no te puedes poner. Concretamente en la zona tanto de impulsión como de aspiración”.
Además, existen también estrictos protocolos de seguridad: “Se tiene que tener una autorización tanto de torre y, aparte, tienes que hablar con los chicos de rampa para que te den ellos el ‘ok’ de que la zona está libre”, explica a Informativos Telecinco el piloto Yusef Murad.
La seguridad en tierra es tan crítica como en vuelo, pero en Bérgamo, sin embargo, algo falló.
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