China

Detienen a 'Sister Hong', un hombre de 38 años que se hacía pasar por mujer y se grabó manteniendo sexo con cientos de jóvenes en China

'Sister Hong', el hombre de 38 años que se hacía pasar por mujer y se grabó manteniendo sexo con cientos de jóvenes. Informativos Telecinco
  • 'Sister Hong' es un hombre de 38 años que se hacía pasar por mujer y se grabó manteniendo sexo con cientos de jóvenes en China

  • Las autoridades lo han detenido y se podría enfrentar a una pena de muerte o a cadena perpetua

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Revuelo en China por el caso de 'sister Hong', un hombre que se disfrazaba de mujer y engañó a cientos de hombres a los que grababa sin su consentimiento mientras mantenía encuentros íntimos en su piso y, después, los publicaba en redes.

Los encuentros con hombres, en su mayoría jóvenes y heterosexuales, eran siempre en un apartamento austero que facilitaba él mismo en Nanjing, al este de China.

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Grababa a sus víctimas sin su consentimiento y vendía los vídeos a través de Internet

Contactaba con todos ellos a través de redes sociales. Para captar la atención utilizaba previamente peluca, maquillaje, filtros de belleza y distorsionadores de voz con Inteligencia Artificial.

Como gancho para las visitas ofrecía sexo gratis a cambio de un detalle de cortesía, pero sin mostrar su verdadero y oscuro fin: grabarlos a todos con cámara oculta para difundir después sin su consentimiento los vídeos sexuales a cambio de unos 18 euros.

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Podría enfrentarse a cadena perpetua o pena de muerte

El responsable se llama Jiao Moumou y aunque tiene 38 años se presentaba como una mujer de 60. Conocido como 'sister Hong' o 'uncle red' ha sacudido a la opinión pública del sudeste asiático por un 'modus operandi' con el que conseguía engañar no a todos pero sí, según la Policía, a al menos 237 hombres. Tanto nacionales como extranjeros y de múltiples sectores laborales.

La homosexualidad es legal en China desde 2001, pero no así la difusión de sexo explícito.

Por eso y por violar la privacidad de sus víctimas, se enfrenta a un proceso penal en el que también se investiga si habría habido contagio de enfermedades de transmisión sexual y algún menor de edad. Extremos que podrían condenarle a cadena perpetua o pena de muerte.