Así han vivido los habitantes de la península rusa de Kamchatka el terremoto de 8,8 grados de magnitud
Un potente terremoto de magnitud 8,8 provoca alertas de tsunami en Rusia, Japón, Alaska, Hawái y toda la costa del Pacífico
El terremoto de Rusia y la alerta de tsunami, minuto a minuto
Los habitantes de la península rusa de Kamchatka respiran aliviados y asombrados tras sobrevivir al potente terremoto de 8,8 grados de magnitud que sacudió esta madrugada la zona provocando una alerta de tsunami en toda la costa del Pacífico, incluyendo Japón y Estados Unidos. A pesar de la fuerza del seísmo, que es el más potente en la región en casi 73 años, las autoridades han confirmado que no se han registrado víctimas mortales ni siquiera en Rusia, donde el temblor se sintió con gran intensidad.
El terremoto ocurrió minutos después de las 8 de la mañana, y cada habitante de Kamchatka pudo sentir los temblores. La gravedad de la situación fue comprendida rápidamente por la población, que respondió con medidas de precaución. Las campanas de las iglesias y las sirenas de emergencia sonaron para advertir a la gente y evitar tragedias, como la que pudo suceder en una guardería cuyo techo se derrumbó, pero afortunadamente no había niños dentro en ese momento.
Alerta de tsunami
El tsunami generado alcanzó alturas de entre 3 y 5 metros en la costa, y el mar avanzó hasta 200 metros tierra adentro, arrastrando polígonos enteros. En el aeropuerto, los viajeros más madrugadores escucharon con miedo los estruendos sobre sus cabezas, mientras que en las carreteras los coches se detenían y los conductores se agrupaban, expectantes ante la incertidumbre de lo que podría suceder.
Los hospitales también sufrieron daños, con instalaciones patas arriba, pero los cirujanos mantuvieron la calma y continuaron operando a sus pacientes, demostrando profesionalidad en medio del caos.
Tras una mañana llena de tensión, primero por el temblor y luego por la amenaza del maremoto, las autoridades rusas han asegurado que la situación está bajo control en esta zona del llamado Anillo de Fuego del Pacífico. El balance final es sorprendente: ningún fallecido a pesar de la magnitud descomunal del seísmo, que ya ha entrado en el top 10 histórico de los terremotos más devastadores.