Donald Trump convierte a Jimmy Kimmel en su última víctima mediática tras las críticas al rédito político del crimen de Charlie Kirk
Donald Trump convirtió a Jimmy Kimmel y Stephen Colbert en sus blancos mientras demanda a medios críticos como 'The New York Times'
Suspenden el programa de Jimmy Kimmel por un comentario sobre el asesinato de Charlie Kirk y Trump lo celebra
El presidente estadounidense Donald Trump sigue con su cruzada con los medios y con cualquiera que se atreva a criticarle en programas de máxima audiencia. Su última víctima ha sido el gran Jimmy Kimmel, a quien que la ABC le ha cancelado indefinidamente su programa por sus opiniones y sus críticas del asesinato de Charlie Kirk.
Todo esto, tras sus demandas millonarias a medios como 'The New York Times', al que pide 15.000 millones de dólares por cuestionar su éxito. Trump recurre con cierta frecuencia a este tipo de denuncias. Es su forma de amedrentar y coaccionar a la prensa desde hace años.
Una muestra de esa actitud intimidante con la prensa la vimos hace unos días. Trump le dijo a un periodista australiano que hablaría con su primer ministro por una pregunta sobre sus negocios como presidente que no le gustó. Pero el enfrentamiento de Trump con los medios críticos viene de lejos.
El historial de litigios con las cadenas de "noticias falsas", como las llama Trump, es largo
El historial de litigios con las cadenas de "noticias falsas", como las califica el presidente Trump, es largo. Lo mismo con la prensa liberal, recordamos la demanda al 'The New York Times' por difamación. Pero nunca, como hasta ahora, había hecho caer a pesos pesados como Stephen Colbert o Jimmy Kimmel.
La gota que ha colmado el vaso ha sido esta semana en su show de la cadena ABC, como decíamos. Jimmy Kimmel se burlaba del presidente por la rapidez con la que Trump pasaba de hablar del duelo de Charlie Kirk, su amigo asesinado, al futuro salón de baile de la Casa Blanca.
Poco antes, el presentador había acusado a militantes del movimiento MAGA de sacar rédito político de la muerte de Kirk. Este pasado miércoles, el presidente del organismo regulador de las comunicaciones, nombrado por Trump, pidió su cabeza por las buenas o por las malas. Y pese a las protestas de sus seguidores, Kimmel se quedaba sin programa.