Subasta en Christie’s

El huevo más caro del mundo: un Fabergé de 22 millones de euros

La casa de subastas Christie’s en Londres que calculaba la venta por unos 20 millones, dos menos de los que alcanzó.. Casa Christie’s
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Ya estábamos advertidos del subidón de precio de los huevos, pero este es sin duda un récord. Uno de los últimos huevos Fabergé, en manos de un coleccionista particular, se ha subastado por 22 millones de euros (30,2 millones de dólares). La joya con 4.500 diamantes fue fabricada como regalo de Pascua para la familia del zar y ni siquiera Christie’s calculó que la puja llegara a tanto.

El zar Nicolás II lo encargó al orfebre ruso Karl Fabergé para regalárselo a su madre, la emperatriz viuda María Feodorovna en 1913, para celebrar el Domingo de Pascua, pero esos tiempos han quedado atrás en el tiempo; el Huevo de Invierno ha pasado a manos de un rico comprador, que ha preferido mantener su anonimato. La puja de apenas tres minutos ha terminado por llegar a la astronómica cifra en la casa de subastas Christie’s en Londres que calculaba la venta por unos 20 millones, dos menos de los que alcanzó.

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El precio astronómico revela el valor artístico de este huevo de cristal, de 14 centímetros de alto y recubierto completamente de 4.500 diamantes, que simulaban ser copos de nieve y que están montados en hilos de platino. 

Es todo una rareza de los Huevos Imperiales de la Casa Fabergé, ninguno de los cuales había sido subastado en los últimos años. En su interior se diseñó una de las famosas “sorpresas” de Fabergé: una minúscula canasta colgante llena de anémonas fabricadas en cuarzo blanco, nefrita y granates.

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La joyería rusa solo fabricó 50 huevos Fabergé entre 1885 y 1916

La histórica joyería de San Petersburgo solo fabricó 50 de ellos, y este Huevo de Invierno es uno de los siete que siguen en colecciones privadas. Los demás han desaparecido o pertenecen a instituciones y museos públicos.

Los huevos de Fabergé fueron fabricados para el zar Nicolás II y su predecesor Alejandro III, quienes los regalaron durante las Pascua a miembros de la familia entre 1885 y 1916. Cada uno exigía casi un año entre el diseño y la fabricación.