El Ayuntamiento de Ámsterdam, en Países Bajos, ha aprobado una norma con la que, a partir de ahora, se rechazará cualquier nueva solicitud para la apertura de nuevos hoteles en la ciudad. Se toma esta decisión para intentar frenar la presión turística que sufre la capital neerlandesa.
Utilizando unas leyes ya en vigor, las normas de arrendamiento de terrenos municipales, el consistorio de Ámsterdam ha querido poner coto a la apertura de nuevos hoteles prohibiendo su construcción en el centro y en el oeste de la ciudad (se calculaba que estas zonas todavía tenían espacio para unas 20.000 nuevas habitaciones turísticas). Se permite presentar solicitudes para abrir hoteles en nuevas zonas residenciales y parques comerciales de la ciudad alejadas de las anteriores, pero bajo estrictas condiciones.
El objetivo de esta medida es aliviar la presión turística que sufre la ciudad los últimos años que, aunque es una importante fuente de ingresos para la capital neerlandesa, ha comenzado a ocasionar problemas a los vecinos de Ámsterdam.
El ayuntamiento de Ámsterdam ya intentó frenar la apertura de hoteles en el año 2016, pero muchos nuevos hoteles estaban ya planificados en las nuevas ampliaciones urbanísticas, por lo que no se pudieron frenar sus solicitudes. Así, desde ese año y 2021 se han abierto un total de 16 nuevos establecimientos hoteleros (con unas 7.700 nuevas habitaciones) en la ciudad. A partir de ahora, con la nueva normativa, no será posible abrir más en las zonas centro y oeste.
El ayuntamiento ha asegurado que "construir un nuevo hotel solo será posible en barrios donde el hotel todavía puede tener un valor agregado para el desarrollo del barrio. Además, debe ser un concepto hotelero único y especial y cumplir estrictos requisitos en el ámbito de la participación vecinal, la sostenibilidad y el emprendimiento social".
Ámsterdam cuenta en la actualidad con 533 hoteles en toda la ciudad, lo que suma unas 40.000 habitaciones.