Conflicto entre Rusia y Ucrania: Moscú no ha dejado de alentar las tensiones separatistas

  • El vínculo de Rusia con la joya de la Corona, Ucrania, se rompió hace 8 años con la revolución del Maidán

  • La intención de Kiev de ingresar en la Alianza Atlántica ha terminado por exasperar al Kremlin

  • La fragata 'Blas de Lezo' ha zarpado rumbo al Mar Negro

El presidente ruso, Vladimir Putin, lleva años exhibiendo su músculo militar en la región, y en Ucrania lo saben bien. El Kremlin nunca renunció a la nostalgia imperial. De hecho, tras la desintegración de la URSS, buena parte de las antiguas república soviéticas siguieron en la órbita de Moscú, con mandatarios prorrusos.

El vínculo de Rusia con la joya de la Corona, Ucrania, se rompió hace 8 años con la revolución del Maidán, cuando país prefirió mirar a Occidente. Putin respondió anexionándose Crimea, y alentando el separatismo en la región de Donbás, fronteriza con Rusia. Desde entonces, rebeldes prorrusos luchan contra el ejército ucraniano.

Ahora, la intención de Kiev de ingresar en la Alianza Atlántica ha terminado por exasperar al Kremlin, que ya en su día no digirió la ampliación al este, con la incorporación de antiguos satélites o integrantes de la URSS. Especialmente dolorosao fue el ingreso de las repúblicas bálticas. Entre las candidaturas de posibles nuevos socios, algunos fronterizos con Rusia, como Finlandia, Georgia o Ucrania, esta última es la que más duele a Putin, que exige a la OTAN que detenga su expansión.

La fragata 'Blas de Lezo', rumbo al Mar Negro

Por otro lado, el sábado, la fragata 'Blas de Lezo' ha zarpado sobre las 8,30 horas del Arsenal Militar de Ferrol, donde tiene su base, rumbo a una zona del mar Negro. El buque se integrará en una de las agrupaciones de la OTAN, la SNMG-2, en el Mar Mediterráneo, en la que se integran unidades navales de los distintos países aliados. Todo ello tras haber tenido que retrasar su salida por un problema derivado de las pruebas de la covid realizadas a la dotación, ya que tenía previsto emprender su viaje a las 22,00 del viernes, día 21.

La función de esta agrupación es dotar a la OTAN de una capacidad de reacción operativa inmediata en escenarios navales. La Armada mantiene su presencia en estas agrupaciones desde hace más de treinta años y esta partida se ha adelantado unas tres semanas con respecto a lo inicialmente previsto. Así, el buque tiene previsto adentrarse en el Mar Negro, una zona actualmente calificada como "caliente" debido a las amenazadas de una posible invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Durante su integración en este grupo naval la tercera de las fragatas de la serie F-100, construida en el astillero de Navantia Ferrol, contribuirá a las operaciones aportando una elevada capacidad de defensa y detección aérea gracias a su sistema de combate AEGIS, de fabricación norteamericana, y al radar multifunción SPY-1D, siendo una fragata multipropósito con capacidad para todo tipo de escenarios.

En esta nueva misión, su dotación está compuesta por 220 hombres y mujeres, entre los que se encuentran un equipo operativo de seguridad, compuesto por integrantes de Infantería de Marina, pertenecientes al Tercio del Norte, con base también en Ferrol, y un helicóptero SH-60B que será embarcado en la base naval de Rota (Cádiz), y desde allí el buque tomará rumbo al Mar Mediterráneo.