La veleta en forma de gallo, fijada en la parte superior de la aguja de Notre Dame de Paris, cayó el lunes por la noche durante el incendio y los expertos pensaron que el fuego la había derretido. Pero no, estaba bajo los escombros del tejado, los cristales y los restos de las llamas.
"El gallo se ha salvado. Vi al arquitecto principal de monumentos históricos bajar con el gallo en sus brazos, explicó una fuente del Ministerio de Cultura. Así lo explicaba en redes sociales uno de los restauradores responsables de excavar entre los escombros el feliz descubrimiento.
Jacques Chanut, presidente de la Federación francesa de construcción, compartió una imagen del gallo en los brazos de Philippe Villeneuve, el arquitecto responsable de la renovación de Notre-Dame.
El gallo veleta contiene en su interior tres reliquias: la Santa Corona de Espinas, una reliquia de Saint Denis y otra de Saint Genevieve, pero no se informó si estas también fueron halladas.
Según los historiadores, este gallo y sus tesoros sirvieron como "pararrayos espirituales" para proteger a los fieles de la catedral, pero también a los parisinos.
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