El horror de las ucranianas atrapadas en Bucha: "Se ofrecieron por sus hijos pero les violaron a todos"

Los convoyes militares rusos que invadieron Ucrania abandonan ahora sus posiciones en los alrededores de Kiev y comienzan a dirigirse a las regiones de Oblast y Donbás. Tras su paso, comienza a salir a la luz el horror y espanto que han dejado en ciudades y localidades ucranianas como la ya vista con la masacre de inocentes civiles en Bucha.

Ahora, todos los vecinos ucranianos que se negaron a huir de sus casas o no pudieron hacerlo por el avance de los rusos han comenzado a ponerse en contacto con diferentes medios de comunicación internacionales para constatar y explicar cómo fueron estas semanas de pesadilla junto a la barbarie de los militares rusos.

Uno de esos testimonios que ha sido publicado por la agencia de noticias italiana Adnkronos y, a su vez, ha sido recogido por el portal de noticias ‘HtNewz’ ha sido el de un profesor de lengua y literatura italiana en la Universidad Borys Grinchenko en Kiev.

Taras Lazar, el valiente profesor que se ha atrevido a contar qué paso en estos días de pesadilla, ha asegurado que las madres ucranianas de zonas invadidas como en Bucha se ofrecieron a los soldados rusos y chechenos a cambio de que no hiciesen nada ni abusasen sexualmente de sus propios hijos e hijas.

“Desafortunadamente, al final violaron a las madres y a los niños pequeños”, comenta el docente a la agencia de noticias italiana.

Los soldados rusos robaron y saquearon las casas de los ucranianos

Además, Taras Lazar comenta que en Bucha hay muchas familias jóvenes por lo que algunos barrios son residenciales y bastante modernos. “Los rusos y los chechenos se sorprendieron al ver todas esas casas y supermercados. Lo robaron todo”, comenta el profesor.

A este testimonio se le suman las pruebas recabadas por varios medios internacionales como el diario alemán 'Der Spiegel' que ha conseguido varias grabaciones y llamadas telefónicas de los soldados rusos con sus familiares en los que se puede escuchar como los milicianos confiesan a su círculo más cercano que están robando cosméticos, electrodomésticos, dispositivos tecnológicos y comida.