Al menos 42 personas han muerto en los incendios forestales que, desde hace tres días, arrasan el norte de Argelia con más de un centenar de focos activos localizados en 17 regiones diferentes del país. La mayoría de los fallecidos son militares que han quedado atrapados por las llamas cuando intentaban sofocar las llamas en las zonas afectadas.
La devastación causada por el fuego ha provocado que el Gobierno de Argelia haya hecho una llamada de ayuda internacional mientras que miles de personas luchan para intentar proteger sus hogares. Tal y como ha informado el propio presidente argelino Abdelmadjid Tebboune, al menos 25 miembros del ejército han fallecido intentando detener el avance de las llamas.
Mientras que los equipos de emergencia continúan trabajando para controlar los focos activos, las autoridades argelinas han iniciado una investigación para esclarecer el origen del incendio. En Cabilia, una región al norte del país, los equipos de rescate han conseguido salvar a un centenar de personas pero varios bomberos han resultado heridos de gravedad.
El primer ministro de Argelia ha sugerido en una entrevista en la televisión estatal que los incendios "estaban muy sincronizados" y no descarta que se pueda tratar de "actos criminales" intencionados.
De momento no se ha producido ninguna detención y todas las líneas de la investigación continúan abiertas. Con miles de hectáreas arrasadas en un tiempo récord, las autoridades se centran ahora en aminorar los dramáticos efectos del paso de las llamas.