De antiguos aliados a enemigos acérrimos: por qué se odian Irán y Estados Unidos

  • El asesinato del general Soleimani ahonda la crisis entre los dos países

No siempre fueron enemigos. "Nuestra amistad es insustituible. No hay ningún otro líder por el que sienta una mayor gratitud". Aunque hoy cueste creerlo, el cariñoso: uno era Jimmy Carter, el otro, el sha Mohamed Reza Palevi. Brindaban en Teherán por el nuevo año el 31 de diciembre de 1977. "Irán es una isla de estabilidad", proclamaba Carter.

¿Por qué el país persa y el norteamericano mutaron de antiguos aliados a acérrimos rivales durante décadas? Una tensión que se ha acentuado tras el asesinato con un dron estadounidense del general iraní Qassem Soleimani por orden de Donald Trump el pasado 3 de enero.

  • Hay que rebobinar varias décadas -hasta 1953- para entender la complejidad de la relación entre los dos países. Ese año, la CIA (junto a la inteligencia británica) orquestó el golpe de Estado contra el primer ministro iraní Mohamed Mossadeq, quien había sido elegido democráticamente. Su decisión de nacionalizar el petróleo no gustó a Washington y Londres. La desconfianza hacia Estados Unidos entre parte de la población iraní enraiza en ese golpe.
  • Estados Unidos contribuyó, entonces, a encumbrar al sha Mohamed Reza Pahlevi. Con la monarquía se afianzaron los lazos entre los dos países.
  • Durante ese periodo, tres presidentes estadounidenses visitaron Irán: Dwight D. Eisenhower, Richard Nixon y Jimmy Carter (fue el último, hasta la actualidad, en pisar suelo iraní). Poco imaginaban Carter y el monarca persa que tan solo un año después de su brindis navideño para dar la bienvenida al 1978 todo iba a cambiar drásticamente.

El Sha, la Revolución Islámica Y Hollywood

El 16 de enero de 1979, tras meses de intensas protestas contra el régimen monárquico, el sha Reza Pahlevi era obligado a abandonar el país. Dos semanas más tarde, regresaba del exilio el líder islámico Ruhollah Jomeini. Tras un referéndum, el 1 de abril, se proclamaba la República de Irán. Como antes hizo desde el destierro, desde el poder, el ayatolá Jomeini atizó el sentimiento antiamericano.

  • La toma de la embajada estadounidense en noviembre de 1979 marcó el giro definitivo de las relaciones entre los dos países. Grupos de manifestantes secuestraron a trabajadores y ciudadanos estadounidenses que se encontraban en el interior del edificio. Les mantuvieron como rehenes durante más de un año: 444 días. Los últimos (52 personas) fueron puestos en libertad el 20 de enero de 1981, el día en el que el nuevo presidente estadounidense Ronald Reagan tomaba posesión.
  • El episodio de la toma de la embajada fue reflejado en la oscarizada película Argo, dirigida y protagonizada por Ben Affleck y coproducida por George Clooney. El filme -que triunfó también en los británicos premios Bafta en 2013- se centra en la trepidante huida del edificio diplomático de seis americanos que consiguieron salir del país haciéndose pasar por un grupo de cineastas.
  • Con la "crisis de los rehenes", Estados Unidos e Irán rompieron relaciones diplomáticas en abril de 1980. No han vuelto a retomarlas. Supuso también el comienzo de sucesivas sanciones por parte de las distintas administraciones estadounidenses.

Sanciones, el "eje del mal" y otras polémicas

Ronald Reagan (1981-1989) declaró a Irán patrocinador del terrorismo y respaldó al Irak de Sadam Hussein en su guerra contra Irán (1980-1988). Ese apoyo ahondó la brecha entre la población iraní y Estados Unidos.

Pero pese a haber declarado un embargo armamentístico, altos cargos del gobierno estadounidense contribuyeron a la venta de armas a Irán durante el mandato de Reagan. Un escándalo que saltó entre 1985 y 1986 y al que se llamó Irán-Contra, ya que los beneficios se destinaron a financiar a la Contra nicaragüense, la guerrilla derechista que combatía al sandinismo en el poder.

En 1988, un buque de guerra estadounidense derribó un avión de pasajeros iraní sobre el Golfo. Murieron las 290 personas que viajaban a bordo. Estados Unidos aseguró que el ataque fue un error.

En 2002, George W. Bush incluyó a Irán (junto a Irak y Corea del Norte) en el llamado "eje del mal".

La crisis nuclear iraní y la jugada de Trump

En ese año, 2002, Washington y grupos de la oposición iraní acusaron a Teherán de impulsar un programa nuclear clandestino. El enriquecimiento de uranio iraní desató una década de nuevas sanciones a las que se sumaron también la ONU y la Unión Europea.

La distensión llegó en septiembre de 2013. Un mes después de que el moderado Hassan Rouhani asumiese el poder, se produjo una llamada telefónica entre él y el presidente estadounidense Barack Obama. Era la primera conversación a ese nivel en 30 años.

En 2015, tras intensas negociaciones, Irán aceptó un acuerdo para limitar su programa nuclear pactado con Estados Unidos, Reino Unido, Francia, China, Rusia y Alemania. Más tarde, en 2018, el presidente Donald Trump decidió abandonar ese acuerdo y reanudar las sanciones contra Irán.

Las relaciones entre los dos países empeoraron en mayo de 2019. Washington acusó a Teherán de la explosión de varios petroleros en el Gofo de Omán. En junio, fuerzas iraníes abatieron un dron militar estadounidense en el Estrecho de Ormuz. Según Washington, era aguas internacionales, según Teherán, se violó su territorio. En diciembre, ataques contra bases militares estadounidenses en Irak dejaron un ciudadano estadounidense muerto. Estados Unidos responsabilizó a una milicia respaldada por Irán en Irak.

El conflicto ha alcanzado su punto álgido con el asesinato del todopoderoso general iraní Qasem Soleimani. Irán ha atacado dos bases estadounidenses en respuesta. Quiere venganza, dice, y proclama que es la hora de sacar a Estados Unidos de la región.