Gabriele Puccia, de 27 años, se perdió durante una excursión en el Ponte Tibetano devall val Sorda (Verona, Italia) el 30 de agosto. Tras darse cuenta de que se había perdido, subió un vídeo a Instagram en tono de broma: "Si esto llega a terminar mal, les pido disculpas a las personas que dañé. También me disculpo con los que traicioné. Si todo sale mal, me despido. Adiós". Al día siguiente, las autoridades encontraron el cuerpo del joven que se había caído desde un acantilado de 10 metros.
El joven vivía en Pegognaga (Mantua) y decidió realizar por primera vez un viaje él sólo a Verona, durante su caminata por la montaña estuvo enviando fotos a su hermana vía WhastApp hasta que se dio cuenta de que se había perdido. Despreocupado, subió un vídeo para sus seguidores de Instagram contando lo que le había sucedido y despidiéndose en broma de ellos.
A las pocas horas dejó de dar señales de vida y su familia denunció su desaparición. Al día siguiente, el sábado 31, encontraron su cuerpo que se había caído desde un acantilado. Los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por reanimarlo e inmediatamente notificaron a sus familiares la situación.
Según la prensa italiana, Gabriele estuvo arbitrando partidos de fútbol regional durante diez años. El año pasado decidió cambiar de rumbo su vida y se matriculó en la Universidad de Brescia para estudiar fisioterapia.