“Ya no nos mata el Estado Islámico, nos mata nuestro propio Estado”: vuelven las protestas a Irak

  • Los iraquíes reclaman más empleo juvenil, más servicios públicos y acabar con la corrupción

  • Las protestas de principios de octubre dejaron más de 150 fallecidos

Semanas después de que las protestas en Irak provocasen más de 150 muertes, los ciudadanos iraquíes han vuelto a manifestarse para pedir más servicios públicos y básicos, más empleo y erradicar la corrupción. Ni los bloques de hormigón anti atentados para frenar a los manifestantes ni los contraataques de las fuerzas de seguridad impidieron que se concentraran en la plaza Tahrir o plaza de la Libertad.

El lanzamiento de gases lacrimógenos, balas de goma y agua caliente por parte de las fuerzas de seguridad contra los participantes en las protestas, ha dejado al menos un muerto y más de 220 heridos, según la Comisión para los Derechos Humanos. De hecho, incluso a la periodista de Informativos Telecinco, se le hace difícil informar por la represión que se está viviendo.

Los manifestantes intentaron acceder a la Zona Verde de Bagdad, el barrio donde están las principales instituciones locales y embajadas. Culpan a los políticos de la corrupción que les impide recuperarse, de los apagones eléctricos y del alto desempleo juvenil. No solo lo dicen sus habitantes, también los datos: Irak es el 12º país más corrupto del mundo.

De nada les ha servido las promesas de reformas lanzadas por el primer ministro Abdel Mahdi, ni que hayan cesado varios altos cargos de las fuerzas de seguridad por la represión de las protestas de principios de este mes. Los iraquíes piden ayuda internacional, y ya tienen el apoyo de la máxima autoridad religiosa chií, Ali Sistani, que dio un plazo de dos semanas para que las autoridades resolvieran las demandas, y justo ha terminado hoy.