Así mataron a Tara Fares: ser mujer libre en Irak cuesta la vida

Informativos Telecinco 09/10/2018 12:42

Cuatro mujeres han sido asesinadas en Irak en los dos últimos meses. Todas ellas eran figuras reconocidas en el país y en sus respectivos campos: moda, negocios y activismo. Sus muertes han conmovido a gran parte del mundo y ya son muchas las ‘influencers’ que han cerrado sus perfiles en las redes sociales temiendo la respuesta a una dura pregunta: “¿Seré yo la siguiente?”.

Las mujeres iraníes que trabajan de cara al público se han unido para protestar contra la persecución que sufren desde el asesinato a la ‘instagramer’ Tara Fares la semana pasada. Pero su caso no fue el primero.

La doctora Rafif al-Yasiri, conocida como la ‘Barbie de Irak’, era una reconocida cirujana plástica, propietaria de una clínica en Baghdad, que en el pasado mes de marzo fue premiada por su labor médica como la Embajadora de Buena Voluntad de la Organización Francesa para los Derechos Humanos y la Paz.

Su nombre también era conocido por reivindicar la independencia de la mujer a través de su libertad para elegir cambiar su aspecto físico, informó ‘The Guardian’. A mediados de agosto, al-Yasiri fue hallada muerta en “extrañas circunstancias”.

El Ministro de Interior iraquí declaró entonces que la doctora había muerto por una sobredosis de drogas, aunque esta teoría aún no ha sido corroborada y la causa de su muerte sigue entre interrogantes, según la prensa local.

Solo una semana después, el 24 de agosto de 2018, la empresaria Rasha al-Hassan, dueña del Viola Beauty Center, falleció en el hospital Hospital Sheikh Zayed en Bagdad, según anunció el portavoz de Sanidad, Saif Bader. Su muerte también levantó sospechas.

El 25 de septiembre del mismo año, la activista salía del supermercado de Basra junto a su marido y su mano no llegó a abrir la puerta del coche. Ali recibió dos tiros en la cabeza por parte de un joven de unos veinte años, según declararon los testigos. Tras ella, su marido también cayó de un balazo.

Suad al Ali, fundadora de la ONG Waleed al-Alaiami for Human Rights, era una de las caras más visibles en la defensa de los derechos de mujeres y niños. Con todo, la policía defendía que se trataba de un crimen motivado por cuestiones “estrictamente personales” y que nada tenían que ver con las protestas promovidas días anteriores por la víctima.

Con solo unos días de diferencia se produjo el asesinato de la 'influencer' Tara Fares cuando conducía su coche por las calles de Bagdad. La modelo murió tras recibir, al menos, tres disparos de diferentes criminales que acecharon su coche subidos en sus motos.

Entonces sí. Fue tras su muerte cuando el público pareció despertar y los portavoces del pueblo iraquí respondieron a las reclamaciones de la ciudadanía. El caso de Fares destacó no solo por tratarse de una célebre 'instagramer' (con tres millones de seguidores en la red), sino porque sus publicaciones significaban para muchas la libertad real de las mujeres incluso en países con culturas y normas tan restrictivas con las mujeres como lo es Irak.

Las fotos publicadas por la 'youtuber', con tatuajes y maquillaje atrevido, expresaban lo que la inmensa mayoría de las mujeres iraníes no podían y ansiaban. El diario 'The Independent' informó de que la modelo había recibido amenazas antes de ser asesinada y que su conducta era considerada para muchos como "provocativa".

El primer ministro en funciones, Haider al Abadi, declaró públicamente que podía haber "un plan detrás" de estos cuatro asesinatos.

Tras esta oleada de crímenes contra figuras públicas femeninas, ha surgido otra marea de 'influencers' que protestan contra la pasividad del Gobierno y las autoridades iraníes. La última ha sido la modelo Shimaa Qasim, quien ha publicado un vídeo denunciando haber recibido amenazas de muerte por su protagonismo en las redes: "Tú serás la siguiente".

"Las mujeres que se hacen conocidas [en Irak] se arriesgan a ser sacrificadas como pollos", lamenta Qasim, al tiempo que pide que las "dejen vivir en paz".

Asimsimo, Hanaa Edwar, fundadora de la asociación iraquí al Amal de derechos humanos declaró a la BBC que los crímenes son "mensajes amenazantes enviados a las activistas en particular, pero también a toda la sociedad. Atacar a mujeres que son figuras públicas es una apuesta para obligarlas a encerrarse en casa".