Un agricultor se ha convertido en la cuarta persona en ser diagnosticada con la peste en el norte de China en lo que va de noviembre. La persona, cuya identidad no ha trascendido, y cuatro miembros de su familia han sido puestos en cuarentena, han indicado las autoridades de Ulanqab, en la región de Mongolia Interior. Tampoco se ha revelado cómo la víctima contrajo la peste bubónica, también conocida como la peste negra.
Otras tres personas que viven a 400 kilómetros, en la provincia de la Liga Xilingol, también fueron diagnosticadas a principios de este mes. Uno de ellos fue un hombre que comió un conejo salvaje, mientras que a los dos primeros pacientes se les diagnosticó la cepa neumónica más mortal y contagiosa. Los funcionarios de salud han instado a la población a mantenerse alejada de los animales salvajes.
La peste es causada por Yersinia pestis, una bacteria que las pulgas pueden transmitir a pequeños animales como ratas, conejos, ratones y ardillas. Si la pulga pica a un humano, puede transmitir la plaga. También existe el riesgo de comer animales infectados o entrar en contacto con un paciente.
La peste ataca el sistema inmune, haciendo que las glándulas de las axilas y la ingle se hinchen y duelan, y desencadena fiebre y gangrena. Aunque la peste altamente contagiosa es rara en China, varios casos han resultado mortales en los últimos años.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cepa neumónica puede resultar fatal en 24 a 72 horas y es la "forma más virulenta" de la enfermedad. Infecta los pulmones, lo que hace que la enfermedad se transmita por el aire y sea mucho más fácil de transferir.
La forma bubónica es menos peligrosa. Sin embargo, es famosa por causar la peste negra que mató a alrededor de un tercio de todas las personas europeas en la era medieval.