La policía de Arizona, fuertemente armada, entró de forma violenta en una vivienda alertados por el Departamento de Seguridad Infantil de Arizona. Loa agentes entraron para sacar a un niño de dos años que tenía 40 de fiebre y que no estaba vacunado.
La operación surgió por la denuncia del médico de la familia quien erróneamente pensó que el menor podía tener meningitis, cuando en realidad tenía una infección respiratoria superior.
El médico aconsejó llevar al niño al hospital, que se encontraba con fiebre alta, pero los padres decidieron no llevarlo porque la fiebre había bajado.
La representante del Estado, Kelly Townsend, se mostró preocupada por lo sucedido, al parecer todo un cúmulo de desafortunadas decisiones, señaló en ABC15: “El médico eligió usar el Departamento de Seguridad Infantil de Arizona, éstos a la policía y la policía a los SWAT.”
Kelly Townsend señaló en su cuenta de Facebook: “Esta madre tiene casi 9 meses de embarazo y su bebé va a nacer pronto. Tengo una gran preocupación de que el DCS también se llevará a este niño sobre un diagnóstico erróneo por el Dr., que pensó que el niño podría tener meningitis, cuando en realidad tenía un virus. Esto habría llevado a un giro innecesario y potencialmente peligroso de un niño de dos años de edad. Los padres estaban en lo correcto, el doctor estaba equivocado. Sin embargo, los 3 niños están ahora en custodia del estado sobre esto, y tan pronto como nazca este bebé sospecho que van a llevar a ese niño también.
Con mi maestro en la práctica de la familia infantil, sé bien que esto va a dañar permanentemente al bebé e infligir un trastorno de apego en él o ella. Pido a los DCS que regresen inmediatamente a los niños que también están siendo traumatizados debido a este diagnóstico erróneo. Este es un completo aborto involuntario de la justicia y una vergüenza para el estado de Arizona”.