"Este último año ha sido el más difícil y doloroso de mi carrera", dijo Musk. "Ha sido insoportable", declaraba en una entrevista con The New York Times. Su jornada laboral no le permite compaginarlo dignamente con su vida personal. La carga de trabajo le hace estar 120 horas a la semana la oficina de Tesla. Hasta su propio cumpleaños lo pasó en ese entorno.
No solo la saturación de tareas del alto cargo es motivo de preocupación entre los directivos de Tesla, sino también el hecho de que el fundador de la compañía consume un fármaco para poder dormir. La falta de sueño afecta a su productividad. El propio Musk reconoce que la última vez que pudo tomarse un respiro fue en 2001, cuando contrajo la malaria.
Musk respondió que su salud "no está bien" y que algunos de sus "amigos están realmente preocupados" por él. El ejecutivo dijo que las preocupaciones y la carga laboral estuvieron a punto de obligarlo a perderse la boda de su hermano este verano, y que su propio cumpleaños lo pasó en la oficina de Tesla.
También corren rumores de que consumiría drogas, pero él mismo ha negado esa acusación. "No consumo marihuana" porque "no ayuda a ser productivo", declaró en la entrevista para el periódico neoyorquino. La presión en la reconocida empresa ha ido a más en días recientes. Musk planteó una disputa entre sus compañeros al anunciar en su Twitter que la misma pasara a gestión privada.