Sarah Douglas tuvo que ser atendida de urgencia en un hospital de Alberta, Canadá (Estados Unidos), tras tomar un café mezclado con una solución de limpieza que le habían preparado en un restaurante de comida rápida. La mujer, que está embarazada, había pedido un café con leche.
Después de probar un sorbo de la bebida y comprobar que tenía un sabor extraño, Douglas volvió al restaurante para quejarse y un hombre del personal le explicó que los suministros de la limpieza se habían conectado con el de la máquina de café.
Tras presentar una denuncia, la cadena ha emitido un comunicado pidiendo disculpas y ofreciendo las mismas explicaciones que dieron en aquel momento: "la línea de suministro de leche se conectó a la solución de limpieza mientras se servía la bebida de la clienta".
Como cada mañana, revela el comunicado recogido por The Globe and Mail, la cafetera estaba "en proceso de limpieza". Con todo, la cadena de comida para llevar ha asegurado que se "han tomado medidas inmediatas" para revisar estos procedimientos de limpieza.
Por su parte, la afectada ha querido destacar que este tipo de "negligencias" pueden afectar de una forma "drástica" al consumidor y ha compartido su experiencia para que no vuelva a pasar.