La sudafricana Zozobini Tunzi gana Miss Universo y hace un alegato en favor de la belleza negra

  • Pide a las mujeres valentía y liderazgo para acabar con la discriminación

  • Es la tercera vez que una mujer sudafricana gana el certamen

  • Por primera vez el certamen contó con una mujer reconocidamente lesbiana

La sudafricana Zozibini Tunzi ha sido proclamada este domingo ganadora de Miss Universo 2019 en la gala celebrada en Atlanta (EE UU). Tunzi ha destacado no solo por su elegancia sino también por su alegato en favor de la igualdad.

Ya con la corona en su poder, Tunzi habló con rotundidad sobre las dificultades históricas para "verse guapas". Recordó que la sociedad había sido programada durante mucho tiempo para que no viera la belleza de manera negra. “Pero ahora estamos entrando en un tiempo en el que finalmente las mujeres como yo por fin pueden saber que son hermosas", explicó ante la prensa. Tuniz recordó que ella misma ha tenido que enfrentarse a situaciones de racismo y discriminación solo por el color de su piel. "Para mí, estar hoy aquí coronada como Miss Universo con el pelo y la piel que tengo es algo realmente mágico y espero que llegue a cada niño que crezca del modo que yo crecí. Y va más allá de la belleza: va sobre romper límites y hacer cosas que te habían dicho antes que nunca podrías hacer", detalló.

La representante de Sudáfrica se impuso en la última ronda a la puertorriqueña Madison Anderson, que fue nombrada primera dama de honor; y a la mexicana Sofía Aragón, que fue escogida como segunda dama de honor. Tunzi, de 26 años, fue la concursante más completa, tanto en las pruebas de desfile como en las intervenciones y respuestas a las preguntas del comité de selección. La sudafricana sucede como ganadora de Miss Universo a la filipina Catriona Gray, que fue la vencedora el año pasado.

Se trata de la tercera corona de Miss Universo que se lleva Sudáfrica, que ya había triunfado en este certamen de belleza en 2017 con Demi-Leigh Nel-Peters y en 1978 con Margaret Gardiner.

Tunzi también habló sobre su trabajo con la ONU a través de la campaña feminista #HeForShe y calificó de "absurda" la desigualdad que todavía existe entre hombres y mujeres. "No veo por qué las mujeres no pueden recuperar en 2019 el terreno perdido frente a los hombres. Y tampoco veo por qué las mujeres deban seguir siendo víctimas por violencia de género, especialmente a manos de hombres que supuestamente las aman y las cuidan", opinó. "Quiero retar a los hombres a que de verdad den un paso al frente y enseñen a sus hijos cómo mirar a las niñas como iguales desde una edad temprana. Así, para cuando crezcan, serán los hombres que la sociedad necesita", añadió.

Tuniz animó a todas las niñas del mundo a ejercer el liderazgo. " Es algo de lo que han carecido las jóvenes y las mujeres por mucho tiempo no porque no lo quisieran sino por cómo la sociedad ha etiquetado cómo deben ser las mujeres", afirmó. "Creo que somos los seres más poderosos del mundo. Y deberíamos enseñar a las niñas a ganar espacio. No hay nada más importante que ganar espacio en la sociedad y que fortalecerte a ti misma", reivindicó en un discurso que caló hondo y que estaba pensado como un guante en el mundo de hoy.

Un certamen muy latino

La gala, además, tuvo un componente latino muy importante, ya que hasta cuatro representantes de Latinoamérica se colaron entre las diez finalistas: México, Puerto Rico, Colombia y Perú. Siete de las veinte semifinalistas también eran latinas, ya que a las anteriores se unieron Brasil, Venezuela y República Dominicana.

Sin embargo, el título de Miss Universo no viajó en esta edición a América Latina, una tierra muy aficionada a estos concursos de belleza pero que no se ha llevado una corona de esta competición mundial desde que la colombiana Paulina Vega ganara en 2014.