Las presentadoras afganas son obligadas a cubrirse el rostro en televisión por orden del régimen talibán

Las presentadoras de televisión en Afganistán vuelven a ser obligadas a trabajar con la cara cubierta. El régimen talibán, en su escalada de restricciones, ha llevado a las pantallas una medida que ya antes había impuesto en la calle. La fecha límite era este domingo, según dictó el Ministerio para la Virtud y el Vicio, que lo presenta como un "consejo", sin precisar cuál es el precio del incumplimiento.

De este modo, se han visto cambios en la imagen de las mujeres en televisión. Una de las presentadoras de Ariana News, Basira Joya, ha asegurado con el rostro parcialmente cubierto que el islam no prohíbe nada y que las mujeres seguirán trabajando, "aunque sea con burka". "Nada nos detendrá", ha dicho en antena.

Un responsable de Tolo News, Khpolwak Sapai, ha compartido en redes sociales imágenes de una reunión del equipo junto al mensaje: "Hoy estamos de luto". En esas fotografías, tanto los hombres como las mujeres aparecen con mascarilla, en un aparente gesto de solidaridad.

Sin embargo, la cadena ha emitido poco después un comunicado en el que señala incoherencias y equívocos en el decreto de los talibán. "TOLOnews sostiene que sigue sin ver indicaciones claras con respecto a cubrir los rostros de las presentadoras en los programas de televisión", ha hecho saber en una nota publicada en su cuenta de Twitter.

Aunque la cadena ha acatado la orden de los talibán, mantiene que "las imágenes de las presentadoras en la televisión son virtuales y su presencia no es real", por lo que su labor realmente no contraviene ninguna doctrina previa de los talibán en torno al uso del velo.

Farida Sial admite la dificultad para trabajar

Una presentadora de dicha cadena, Farida Sial, ha reconocido en declaraciones a la BBC que la nueva medida hará "muy difícil" su trabajo, mientras que otra periodista citada por la radiotelevisión pública británica ha lamentado lo que ha descrito como "otro día negro para las mujeres".

Cuando los talibán se hicieron en agosto de nuevo con el poder, prometieron respetar los derechos ganados por las mujeres durante los últimos 20 años, pero en la práctica estos se han visto cercenados, con limitaciones varias a la hora de trabajar y estudiar.