El despliegue de agentes federales en sus calles, en contra de la voluntad de las autoridades estatales ha generado que suba la tensión en las protestas contra la violencia policial realizadas en la ciudad estadounidense de Portland. Los manifestantes ven el despliegue de los agentes como una estrategia de Trump para impulsar su campaña electoral. Es el día número 57 en que se producen estas movilizaciones en las calles desde la muerte de George Floyd.
La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ha pedido que las personas que protestan contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos y los periodistas que cubren las mismas no sean objeto del "desproporcionado" uso de la fuerza y "otras violaciones" de sus derechos.
"Las manifestaciones pacíficas que han tenido lugar en ciudades de Estados Unidos, como Portland, tendrían que continuar sin que aquellos que participan en ellas y, también, las personas que informan sobre las mismas, los periodistas, tengan riesgo de ser detenidos de forma arbitraria, estén sujetos al uso innecesario, desproporcionado o discriminatorio de la fuerza o sufrir otras violaciones de sus derechos", ha indicado la portavoz de la oficina de Naciones Unidas, Elizabeth Throssell.
Por otra parte, ha aludido a que las fuerzas de seguridad deben usar la fuerza únicamente cuando sea necesario y en concordancia con los estándares internacionales. Throssell se ha referido también a los agentes de Policía sin identificar que arrestan a los manifestantes. A su juicio, es "preocupante" porque "puede poner a los detenidos fuera de la protección de la ley y puede dar lugar a detenciones arbitrarias y otras violaciones de los Derechos Humanos". Así, ha insistido en que las fuerzas de seguridad federales y locales deben estar clara y adecuadamente identificados.
"Es importante que cualquier víctima del innecesario o excesivo uso de la fuerza tenga derecho a un remedio y debería haber investigaciones rápidas, independientes, imparciales y transparentes sobre cualquier denuncia de violaciones de Derechos Humanos, y eso debería garantizar que los responsables rindan cuentas", ha concluido. Varias ciudades de Estados Unidos han registrado multitudinarias protestas contra el racismo y la brutalidad policial desde la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd a finales de mayo. Murió a manos de la Policía en Minéapolis.