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Que un décimo premiado termine en la lavadora, bajo la lluvia o hecho trizas en el bolso es una de las pesadillas clásicas de los jugadores de la Lotería de Navidad. La pregunta es sencilla: ¿se puede cobrar si está mojado o roto… o si lo has perdido y no lo encuentras?

La respuesta tranquilizadora es que un décimo deteriorado se puede cobrar, siempre que se pueda demostrar que es auténtico y no ha sido manipulado, y que sigas el protocolo que marca Loterías y Apuestas del Estado.

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Sí, se puede cobrar… pero no toques el décimo

El reglamento de la Lotería Nacional exige presentar el décimo para cobrar el premio, pero no lo invalida solo por estar roto o mojado ya que SELAE tiene un procedimiento específico para validar billetes dañados.

Las instrucciones para estos casos son claras y comienzan por no intentar arreglarlo de ninguna manera, ya que esto podría interpretarse como un intento de falsificación y anular tu derecho a cobrar. Es mejor conservar todas las partes del décimo y evitar seguir dañándolo. Con esto en mente, ponlo en un sobre o plástico, tal cual está, sin celo, sin plancha y sin inventos caseros de restauración.

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En el caso de un décimo mojado, la lógica a seguir es exactamente la misma. Lo que importa es que pueda leerse número, serie, fracción y elementos de seguridad, no que el papel esté perfecto.

El procedimiento oficial si te pasa

Una vez protegido el billete, el siguiente paso no es ir al banco por tu cuenta, sino pasar por una administración oficial de Loterías, y llevar el décimo dañado a un punto de venta autorizado de Loterías y Apuestas del Estado. Allí tendrás que rellenar la “Solicitud de pago de premios” y entregar el décimo. La administración se queda el original y te da un justificante. 

El billete se envía a SELAE, que verifica su autenticidad. Si el daño es importante o hay dudas, se remite a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, cuyos técnicos deciden si el décimo es legítimo y si procede el pago. Mientras dura esta comprobación el plazo legal de tres meses para cobrar el premio queda suspendido, de modo que no pierdes el derecho por prescripción mientras tu décimo está “en estudio”.

¿Puedes quedarte sin cobrar un premio?

No todo vale. La normativa y los expertos consultados marcan dos líneas rojas claras:

  • Décimos manipulados, alterados o incompletos (por ejemplo, si falta un fragmento esencial) no se reconocen como válidos, y también se rechazan aquellos cuya autenticidad no pueda acreditarse de forma concluyente.
  • Si el daño se debe a una “restauración” casera (pegamento, cinta adhesiva, limpieza agresiva), puede considerarse falsificación de documento oficial, con posibles consecuencias penales además de la pérdida del premio.

En la práctica, cuanto más identificable y “naturalmente” dañado esté el décimo, más opciones tienes de que SELAE y la Fábrica de Moneda y Timbre avalen su validez.

Tres gestos preventivos para no sufrir (tanto) si pasa

La OCU recomienda además tres rutinas muy sencillas para evitar este tipo de situaciones::

  • Fotocopiar o fotografiar el décimo (anverso y reverso) en cuanto lo compres.
  • Guardarlo siempre en un lugar seguro, seco y conocido (no en el bolsillo del vaquero que va a la lavadora).
  • Si está compartido, anotar por escrito los participantes y sus porcentajes y firmar la copia de la foto.

Porque sí, se puede cobrar un décimo mojado o roto. Pero, como todo en la Lotería de Navidad, hay algo que siempre conviene cuidar incluso más que la suerte: el papel que la sostiene.