La historia de los libreros de la Cuesta Moyano, la calle más leída de Madrid: "Han pasado por aquí personajes como Azorín, Baroja o Hemingway"
La Cuesta Moyano de Madrid ha pasado muchas páginas de la historia y sus libreros han ido cambiando y siguiendo con la tradición generación tras generación
Por la calle más leída de Madrid "ha pasado por todo aquel que tenga algo que ver con la literatura y la cultura"
La Cuesta Moyano celebra con teatro improvisado sus cien años vendiendo libros en Madrid
No hay una cuesta más castiza y madrileña que la Cuesta Moyano, el rincón del arte, de la lectura, de los clásicos y de los libros de segunda mano. Un maravilloso paseo hacia el Retiro lleno de grandes libreros que no ha cambiado en tantos años.
Un equipo de 'Informativos Telecinco' junto a la reportera Susana Ramos ha querido visitarlo y conocer su historia. Cien años no son nada para esta feria de libros, hoy llamada cuesta de Moyano, que ha pasado tantas páginas de la historia y se mantiene firme.
Lara Sánchez, fundadora de la Asociación 'Soy de la Cuesta', explica como en esta cuesta "ha pasado de todo", desde varias "crisis económicas, el 11-M, un COVID..." Precisamente durante el periodo de la pandemia "estuvo cerrado tres meses durante el confinamiento, que es durante más tiempo estuvo cerrada Moyano".
La historia de los libreros
Los libreros también han vivido su propia historia aquí. Fernando Plaza del Amo, uno de ellos, asegura como "en la guerra, en el año 1936, aquí había movimiento y los libreros estaban aquí". Tampoco las nieves ni las lluvias han podido con estas barracas celestes ni con los libreros, algunos vendiendo desde que eran niños pasando la tradición generación tras generación.
La presidenta de la Cuesta Moyano, Carolina Méndez, también es librera. Ella "llevo toda mi vida aquí porque mi abuelo empezó en Moyano en el año 1946", pero afirma que "lo que es venir a curiosear y estar aquí", lo hace "desde que tengo uso de razón".
Fernando, otro librero, empezó también a ir a la cuesta por su familia. "Mi padre vino con 11 años, en el año 1926 y yo vine con 12, en 1957", dice. Javier Bayo, librero, considera que él ha "sido de los valientes, de los románticos, de los idealistas y de los que aún creen en el libro de papel y los que aman Moyano". Comparado con sus compañeros libreros, él es todavía un veterano, porque lleva solo "un año y unos meses con ello".
En apenas 200 metros hay 30 casetas y 250.000 libros que hacen de esta calle la más leída de Madrid. "Ha pasado por aquí todo aquel que tenga algo que ver con la literatura y la cultura. Desde Azorín, Baroja o Hemingway". Para sus libreros esta cuesta "no puede desaparecer, es imposible".
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