Mari Carmen lleva 300 días buscando a su perra desaparecida: "Parece que se la ha tragado la tierra"

Exactamente, han pasado 301 un días desde que Mari Carmen vio a su perra, Mota, por última vez. Mota es una galga blanca de 9 años que, siguiendo su potente instinto de caza, más de una vez se había "escapado" de su casa para ir a un "descampado donde hay conejos" que tienen enfrente de la vivienda, situada en el municipio alicantino de Crevillente. Afortunadamente, siempre había regresado por su propio pie, hasta ese fatídico día en el que salió para no volver. Al darse cuenta de que el animal no estaba en casa y, tras esperar un tiempo prudencial para ver si volvía, sus dueños, Mari Carmen y Víctor, salieron al buscarla.

Fue entonces cuando los vecinos comenzaron a decirles que habían visto a la perra en el Barrio de la Salud y el Ángel, donde un hombre desconocido le dijo a Mari Carmen que "la diera por perdida". Ahí, consciente de que "los galgos son unos perros muy requeridos para la caza y para las carreras de competición", ella empezó a pensar que el extravío de Mota había derivado en un "robo deliberado". Y, desde aquella tarde del 18 de abril de 2024, no ha parado de buscarla, sin descanso, consuelo, ni tregua:

"Llevo ya casi 10 meses removiendo cielo y tierra"

"Llevo ya casi 10 meses removiendo cielo y tierra, contactando con todas las personas y organizaciones que conozco en las 19 comunidades de autónomas de España y, nada, no tengo noticias de Mota. Es como si se la hubiera tragado la tierra", ha dicho Mari Carmen, al borde de las lágrimas, en una nueva entrevista con Informativos Telecinco web. Durante todo este tiempo, y gracias a la colaboración de tantas y tantas personas que se han volcado con ellos, Mari Carmen y Víctor han recibido varios avisos de la que se creía que podría ser Mota - que puede ser identificada gracias a su microchip - pero, finalmente, no.

Mientras buscábamos a Mota, hemos ayudado a rescatar a tres galgas y nos hemos quedado con una de ellas

Lo único positivo que sacan de su gran pérdida - aunque no tienen intención de rendirse - es haber rescatado a tres galgas muy parecidas a la suya en el transcurso de su búsqueda: "Nos avisaron de que había una perra en Valencia que podría ser Mota y, aunque no lo era, al final la hemos adoptado y nos hemos quedado con ella. Se llama Lola. También nos llamaron desde Carmona, donde había otra galga muy parecida. Llamé hasta a un rescatista para que fuera a por ella pero, al tocarla y comprobar que no tenía chip, supimos que no era ella. Sé que ahora tiene una nueva familia en Alemania. Lo mismo nos pasó con otra galga que vagaba por la calle y a la que habían llamado Golosa. Su nueva dueña nos ha dicho que, a través de nosotros, Mota está ayudando a muchos perros que lo necesitan", ha dicho, notablemente emocionada.

Cuando se enteró de que Seprona había desarticulado una red de trata de galgos en Zamora, tuvo la esperanza de que su perra estuviera entre los animales rescatados. Pero no fue así. Y, por ello, esta dueña coraje ha recurrido a la prensa para difundir la búsqueda de Mota, cuya desaparición le ha causado una profunda tristeza. A pesar de su dolor, y de hacerse preguntas a diario como si "Mota estará mal o bien, se la habrán llevado al el extranjero o la tienen escondida cerca", Mari Carmen no cesará de buscarla hasta que de con ella.

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