Así es el pequeño pueblo de Guadalajara en el que las calles no tienen ni nombre

Descubre Torremochuela, un curioso pueblo de Guadalajara. Torremochuela.com
Compartir

MadridViajar es un placer, pero eso no quiere decir que todo lo que se vive durante una escapada sea memorable o tenga que disfrutarse. No es raro escoger un destino y arrepentirse, aunque sea solo un poquito, cuando vemos que no hemos sido nada originales y que todo el mundo ha tenido la misma idea. Por eso no parece un mal plan escoger un destino sorprendente, lleno de encanto y que todavía no sea un must para todos los turistas. 

Seleccionar estos lugares, un poco menos conocidos, pero con mucho que ofrecer, se convierte en una prioridad para mucha gente, que prefiere la tranquilidad que le aporta poder descubrir estos lugares con calma, aprovechar los silencios para poder reencontrarse con uno mismo, pero sin tener que renunciar a la magia que casi todos ellos esconden en su interior, porque es raro el lugar que no nos depara una sorpresa o varias. 

PUEDE INTERESARTE

Torremochuela es uno de estos lugares, un pequeño pueblo en Guadalajara en el que reina la tranquilidad, en el que solamente viven ocho personas (según datos del INE de 2024, once según la Diputación) y donde las calles no tienen nombre, un rincón que merece la pena conocer. 

Torremochuela: el pequeño pueblo de Guadalajara en el que las calles no tienen nombre

En la comarca de Señoría de Molina está Torremochuela, un pueblo que posee el menor número de residentes de toda la provincia, aunque parece haber aumentado de seis a ocho en el último año. A mediados del siglo XIX llegó a contar con 120 habitantes, pero la falta de trabajo hizo mella, logrando lo que otros lugares también sufren, que poco a poco la población renuncie a vivir en el lugar donde desea para poder tener un empleo y un futuro mejor. 

PUEDE INTERESARTE

Este es un lugar tranquilo la mayor parte del año, pero durante el mes de agosto vive su pico de visitas porque sus fiestas duran todo ese mes, lo que hace que mucha gente quiera acudir allí para disfrutar de sus discotecas móviles y participar en sus torneos de fútbol entre otras actividades. 

El resto del año, Torremochuela es un pueblo en el que las calles ni siquiera tienen nombre, la única placa identificativa se encuentra en una de las paredes de la Iglesia de la Purificación de Nuestra Señora, indicando la ubicación de la plaza de la Reina María Cristina. Las antiguas escuelas de este rincón son ahora un centro social y el único bar del pueblo solo abre en verano y épocas de vacaciones. 

PUEDE INTERESARTE

Torremochuela ofrece también la posibilidad de disfrutar de sus alrededores para aquellos amantes de la naturaleza y el ejercicio al aire libre, porque cuenta con varias rutas que se pueden hacer, siendo una de las más conocidas la que lleva hasta la ermita de Pradilla siguiendo el río Gallo, otro imprescindible es el sendero que lleva a una antigua torre-vigía de la alta Edad Media. Escapadas de unos diez kilómetros que harán las delicias del visitante, que tampoco puede perderse el edificio consistorial y el antiguo horno.