Vacaciones

Hotel con pensión completa, media o todo incluido: cuándo vale la pena elegir cada plan y cómo ahorrar

No todos los tipos de viajero necesitan el mismo régimen de comidas
No todos los tipos de viajero necesitan el mismo régimen de comidas. Freepik
Compartir

MadridPlanificar unas buenas vacaciones no solo depende del destino o del presupuesto del que se disponga, sino también de tomar decisiones inteligentes que puedan optimizar la experiencia sin disparar los costes. Una de esas decisiones clave tiene que ver con el tipo de régimen de comidas que se elige en el hotel. ¿Qué es mejor optar por la media pensión o la pensión completa? ¿Qué hay del todo incluido en resorts familiares y de playa?

Estas modalidades de alojamiento no solo influyen en el precio final del viaje, sino que condicionan el tipo de vacaciones que se van a tener: más libres y espontáneas o más cómodas y despreocupadas. Ahora mismo, conviene analizar bien qué incluye cada régimen, cuándo compensa más uno u otro y cómo se puede evitar caer en cargos innecesarios.

PUEDE INTERESARTE

Tipos de pensión: diferencias, ventajas y desventajas

A la hora de reservar un alojamiento, uno de los aspectos más importantes es el régimen de comidas incluido. Esto es lo que más influye en el precio final. En España y gran parte de Europa, los tres más habituales son: media pensión, pensión completa y todo incluido. Cada uno se adapta a un estilo de viaje diferente, para saber cuál es el más adecuado, es fundamental conocer las características de cada uno.

Media pensión, ideal para quienes quieren explorar durante el día

La media pensión incluye el desayuno y una comida principal, normalmente la cena, aunque en algunos casos se puede cambiar por la comida si el establecimiento lo permite. Se trata de una opción muy común entre quienes quieren pasar el día fuera del hotel, hacer excursiones, visitar pueblos o ciudades cercanas o comer en restaurantes locales.

PUEDE INTERESARTE

Entre sus ventajas está la libertad de organizar el día como se prefiera, suele ser más económica, es ideal para destinos urbanos o viajes activos y permite conocer la gastronomía local. En cuanto a sus desventajas está que no incluye bebidas y si el viajero no se organiza bien puede perder la comida incluida.

Pensión completa: para quienes buscan comodidad

La pensión completa incluye las tres comidas principales: desayuno, comida y cena, aunque, de la misma manera que la media pensión, las bebidas se suelen cobrar aparte. Es una modalidad muy práctica si no se quiere salir mucho del hotel o si se viaja en familia y se prefiere tener todo previsto.

La comodidad de no preocuparse de buscar donde comer es una de sus ventajas, además es ideal para hoteles que destacan por su gastronomía o que se encuentran en alguna zona más aislada o poco turística, además, es una opción ideal para personas mayores o familias con niños.

Se tiene que tener en cuenta que puede resultar excesiva si el viajero no come en todas las comidas, también reduce la flexibilidad y limita la posibilidad de hacer excursiones de día completo.

Todo incluido: el plan perfecto para despreocuparse

El todo incluido va más allá de las tres comidas principales. También ofrece bebidas, con y sin alcohol, snacks, cócteles, meriendas, helados y, en muchos casos, acceso a actividades recreativas, animación, piscinas exclusivas y otros servicios sin coste adicional. Es común en resorts vacacionales, especialmente en aquellos en zonas de playa.

Con el todo incluido se tiene un control total del presupuesto desde el primer día, es perfecto para familias con niños o grupos grandes, no hay que preocuparse por los gastos extra y se puede notar un ahorro considerable si se consume mucho dentro del hotel.

En cuanto a sus desventajas es que el precio suele ser considerablemente más alto, no siempre compensa si no se aprovecha todo lo que incluye, y se puede correr el riesgo de caer en hábitos poco saludables como comer y beber en exceso.

¿Qué régimen escoger según el tipo de viaje?

No todos los viajeros tienen las mismas necesidades ni los mismos hábitos. Por lo que escoger entre media pensión, pensión completa o todo incluido no debe basarse solo en el precio, sino en el estilo de vacaciones, destino o con quién se viaja.

  • Para viajeros urbanos y exploradores: si el plan principal es recorrer la ciudad, visitar museos, callejear, hacer excursiones o probar la gastronomía local, lo ideal es la media pensión.
  • Para familias con niños: las familias suelen ser las que más se benefician del todo incluido, ya que los pequeños tienen acceso constante a snacks, bebidas y helados, y muchos resorts incluyen actividades infantiles y animación, lo que permite a los adultos descansar.
  • Para personas mayores: la pensión completa suele ser la opción más cómoda para ellos. En destinos de balneario, naturaleza o turismo relajado es muy útil.
  • Para escapadas románticas: depende del destino, pero para muchas parejas la media pensión es suficiente, ya que muchos prefieren cenar fuera o improvisar durante el día. Si se trata de un resort donde la prioridad es descansar, el todo incluido es el que puede ofrecer la mejor experiencia.
  • Viajes de poco presupuesto: en ciertos casos, aunque parezca contradictorio, el todo incluido puede ser muy rentable. Sin embargo, si se viaja a una ciudad con precios razonables, y se piensa comer fuera, la media pensión puede ser más inteligente.
  • Grupos de amigos: también depende del destino, si se ha escogido un resort, la mejor opción es el todo incluido ya que es la fórmula más cómoda para disfrutar. Si el destino es urbano, aunque se requiera de una mayor planificación, la mejor opción es la media pensión.