Los cinefórum en España recuperan la esencia del cine clásico y de autor, y convierten ver un película en una auténtica experiencia con el posterior debate que las acompaña
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MadridVer una película se ha convertido en una experiencia solitaria, marcada por el algoritmo y por la falta de atención que no nos permite verla sin interrupciones. Sin embargo, en paralelo a esta nueva manera de ver cine, sobrevive y, en ciertos casos, renace, una tradición que reivindica el cine como un acto colectivo, cultural y de reflexión: el cinefórum.
Este concepto no es algo nuevo. Desde mediados del siglo XX, los cineclubs españoles comenzaron a programar proyecciones acompañadas de debates como una manera de educación cinéfila, de crítica social y de resistencia cultural. Hoy en día, esa fórmula se sigue manteniendo viva en salas alternativas, asociaciones culturales, universidades y clubes privados para deleite de los enamorados del séptimo arte.
Lo que distingue al cinefórum de una simple proyección es la segunda parte: el debate sobre la película proyectada. Después de los créditos, la sala se transforma en un lugar donde dialogar y compartir sobre los personajes, contextos históricos, valores estéticos y mensajes políticos del film. Esta charla no solo enriquece la comprensión de la película, sino que crea una comunidad entre personas que comparten su pasión por el cine.
En España, ciudades como Sevilla, Pontevedra, Madrid o Barcelona mantienen cineclubs históricos que organizan sesiones regulares con coloquios, y al mismo tiempo han surgido iniciativas digitales y asociaciones juveniles que buscan adaptar esta fórmula a los tiempos que corren. El resultado: una resistencia cultural que se refugia en un espacio para disfrutar del cine con otros ojos y exprimirlo al máximo hasta el último fotograma.
En un cinefórum, normalmente, se proyectan películas de cine clásico, de autor, independientes o documentales. Una vez que se ha visto el film, se continúa con una animada discusión colectiva que es moderada por un experto. Esta actividad busca ir mucho más allá del simple entretenimiento, quiere fomentar el análisis, la reflexión, la crítica activa y el intercambio de ideas entre los espectadores. Este tipo de proyecciones son muy usadas en entornos educativos, culturales o comunitarios, además se trata de una herramienta formativa que potencia el pensamiento audiovisual y crítico.
El cinefórum presencial sigue siendo el corazón de esta práctica cultural. Nada puede sustituir la experiencia de compartir una película en una sala, rodeado de otros espectadores, y continuar este ritual compartiendo opiniones y pensamientos cara a cara. En nuestro país, la tradición de los cineclubs es larga y hoy en día, muchas las iniciativas que surgieron durante los 50, siguen vivas. Estas salas han ido adaptándose a nuevos públicos pero manteniendo su esencia: ver cine y hablar de cine. Desde Sevilla o Pontevedra hasta Madrid, se puede disfrutar del séptimo arte con otros amantes del cine en algunas de estas salas:
Cineclub Vida (Sevilla)
Fue fundado en 1957 por la Compañía de Jesús con el objetivo de fomentar la dimensión crítica de la persona a través del cine, se trata del cineclub activo más longevo de Sevilla y uno de los más consolidados de España. Cada mes ofrece un ciclo de tres películas con presentación, proyección en versión original y coloquio posterior.
Este cineclub es un espacio ideal para la cultura y la libertad, pero además, a día de hoy se ha convertido en todo un referente. Gracias a su programación se ha dado a conocer una visión compleja del mundo con películas de diferentes orígenes y temáticas. Además, el planteamiento del coloquio ha integrado la visión complementaria del cine como arte, técnica y medio de comunicación, por lo que sus debates se han enriquecido con cuestiones históricas o filosóficas entre otras temáticas. Lo más destacable es que ha conseguido un público heterogéneo con diferentes personas de diversas edades y procedencia.
Cineteca Madrid en Matadero Madrid
En el icónico Matadero, la Cineteca organiza ciclos como Fotogramas de posguerra, donde se proyectan clásicos relevantes acompañados de presentación por festivales expertos y debate posterior.
También promueve ciclos temáticos como el Ciclo Mayores LGTB, con debate incluido para visibilizar a colectivos invisibilizados.
Fundación Euroárabe (Granada)
Es pionera en ofrecer un ciclo permanente de cinefórum árabe en Granada. Es una iniciativa pionera en la ciudad, con el objetivo de acercar al público las variadas, complejas y ricas realidades históricas y socio-culturales del mundo árabe e islámico desde sus propias películas. Bajo la iniciativa Mujeres en conflictos se pretende situar en el centro las miradas de las mujeres cuyas vidas han sido marcadas de manera permanente directa o indirectamente, por los distintos conflictos políticos que han atravesado y lo siguen haciendo la región árabe y de Oriente Medio. De esta manera, el cine se convierte en una herramienta de diálogo intercultural.
Asociación Cultural El Sol de la Conce (Madrid)
Ubicada en el barrio de la Concepción, esta asociación vecinal organiza un cinefórum todos los domingos a las 19:00 horas. Su programación es muy variada: desde clásicos del cine europeo hasta películas más actuales de denuncia social. Lo que distingue a este cinefórum es su espíritu comunitario: no se necesita ser un cinéfilo experto para participar, solo hace falta tener ganas de ver cine y debatir. Este espacio es un ejemplo de cómo los cinefórums pueden integrarse en la vida cultural de los barrios siendo un auténtico punto de encuentro intergeneracional.


