El Seprona llevó a cabo dos de las actuaciones en la localidad de Sayalonga, donde encontraron, por un lado, un cachorro de American Staffordshire Terrier en una parcela que no reunía las condiciones higiénico-sanitarias requeridas, conteniendo objetos cortantes y punzantes y conviviendo con sus propios excrementos y orina. Además, carecía de alimento adecuado para este tipo de raza y únicamente tenía pan mojado por la lluvia. Según la Guardia Civil, el cachorro estaba parcialmente ciego y no había recibido ningún tipo de asistencia veterinaria.
Por otro lado, en la misma localidad, el Seprona halló cuatro perros adultos de diferentes razas en una finca que también carecía de las condiciones higiénico-sanitarias necesarias, observando la presencia de parásitos tanto en los propios animales como en el entorno en el que se encontraban. Sin comida y solo con un recipiente de agua sucia, los perros no disponían de cartillas veterinarias, vacunaciones, desparasitaciones y asistencia veterinaria.
En esta misma línea, en una finca del municipio de Algarrobo, la Guardia Civil encontró cuatro Pit Bull Terrier limitados por una cadena que no cumplía el mínimo establecido por la ley y alojados en una caseta de madera muy deteriorada y un bidón de chapa, desprovistos del abrigo necesario ante condiciones meteorológicas adversas. Además, estos perros tampoco tenían las vacunas en regla.
En la última actuación, el Seprona halló 31 perros de distintas razas utilizados para la caza mayor en Torrox, de los cuales, seis de ellos no poseían identificación y vacunación necesaria.
En los cuatro casos los agentes de la Guardia Civil observaron claros síntomas de abandono, contraviniendo las obligaciones que les conciernen a los propietarios de los animales y poniendo en marcha los mecanismos necesarios para esclarecer si ha habido maltrato animal.