La princesa Ana, que cumple 60 años, detesta la invasión de la privacidad

AGENCIA EFE 12/08/2010 09:16

"La actitud (actual) hacia la vida de la gente es sorprendente", dice Ana, quien admite tener sus reservas sobre si la mayor accesibilidad de la familia real británica, aunque sea inevitable, es una buena cosa.

El culto de los famosos "no es nada que beneficie a la vida de nadie y puede de paso ser fuente de problemas", afirma Ana, que tiene en su país el título de "Princesa Real".

Si se atiende al número de sus compromisos públicos -600 al año-, señala hoy el Daily Telegraph, Ana es el miembro más trabajador de la familia real británica.

Su pequeña oficina particular, en el palacio de Buckingham, que se financia con los fondos privados de su madre, la reina Isabel II, tiene fama de eficiencia y, por ejemplo, ya ha presentado todos los detalles de sus compromisos oficiales hasta el último día de enero del próximo año.

Su biógrafo, Brian Hoey, explica que aunque con los años se ha vuelto algo más accesible, puede resultar todavía algo arisca. (...) No es fácil acercarse a ella. Hay poca gente en la que confía".

"Tras dos matrimonios y un divorcio y después de haber visto romperse de forma espectacular los matrimonios de dos hijos", trata de protegerse con el manto de la realeza, explica Hoey.

En la entrevista de la BBC se recuerda el incidente ocurrido en 1974 cuando en pleno centro de Londres un secuestrador tendió una emboscada al coche en el que Ana y su marido Mark Phillips regresaban al palacio de Buckingham tras asistir a un acto de beneficencia.

En aquel ataque murieron tres personas, el chófer, su escolta personal y un transeúnte. El incidente es tanto más memorable, dice The Daily Telegraph, por la enérgica respuesta que dio Ana al secuestrador cuando le reclamó 2 millones de libras.

"Not bloodly likely" (que puede traducirse libremente por "ni lo sueñes"), le espetó Ana mientras se arrojaba fuera del automóvil en una arriesgada huida.

"Si aquello no salió es porque sólo había uno, si hubiese habido más de un (secuestrador), tal vez habría funcionado", responde fríamente la princesa, que recuerda que antes de la era de los teléfonos móviles y las nuevas tecnologías, hubo varios atentados contra la reina Victoria de Inglaterra. "No es nada nuevo", dice.

El programa recuerda también las importantes actividades deportivas de Ana, que ganó dos medallas de plata y una de oro en los Campeonatos Europeos de hípica, fue nombrada personalidad deportiva de la BBC en 1971 y compitió en los Juegos Olímpicos de Montreal en 1976.

En la ciudad canadiense sufrió una espectacular caída y demostró su sangre fría al volver a montar el caballo.

La dedicación a ese deporte "era una manera de probar que una no dependía de su familia, una manera de que la juzgasen a una por lo que hacía (...). Me gusta ser una profesional. Me irrita no hacer las cosas como es debido", explica.