¿Cómo se puede dejar de ser el títere de un narcisista? estas son las claves
Una persona narcisista saben que tienen malestar emocional, pero inventan un personaje para buscar constantemente el reconocimiento
Las personas víctimas de un narcisista deben acudir a terapia porque sino se tratan pueden actuar igual su maltratador
Las personas narcisistas no son buenos líderes
En nuestra sociedad encontramos muchas personas narcisistas y es que las hay de varios tipos. Debemos aprender a lidiar con ellos, porque pueden generar en nosotros una dependencia y un malestar emocional, entre otras muchas cosas, además de ansiedad y tensión que nos pueden pasar factura en el largo plazo.
Experta en esta materia es la psicóloga sanitaria, y psicoterapeuta breve estratégica, Júlia Pascual, quien ha explicado que un narcisista son aquellas personas que para escapar de su fragilidad emocional, de su sufrimiento emocional, construyen un personaje victorioso, exitoso, o bello, donde buscar constantemente el reconocimiento y la aprobación de los demás. "El problema está en que esto les funciona, son validados y reconocidos, sobrevalorados, algo que hace que lo mantengan en el tiempo escondiendo su inseguridad, que en vez de curarse, se mantiene e incrementa", reconoce la también directora del Centro de Psicología de Barcelona en una entrevista a Infosalus.
Como sabe que en el fondo están dañados dice que construyen soluciones para huir de su malestar emocional, como el tener una empatía justa, intentar no tener relaciones auténticas con los demás para que no descubran quienes son realmente, no tienen en cuenta las necesidades de los otros, y usan a los demás hacia su objetivo (el éxito, control, dominio, para sentirse invencibles y que solo conecten con emociones de grandeza). Pascual resalta que los narcisistas son expertos en seducción y en comunicación para lograr sus objetivos, con motivo de la publicación de 'Los narcisistas y tú' (Zenith), un libro en el que desvela cómo aprender a gestionar a los narcisistas en todos los ámbitos de nuestra vida.
Otro de sus rasgos característicos, según incide, es que todo lo que son emociones como la tristeza, el dolor, la debilidad, o la humildad, las descartan porque las ven como algo que les va a hacer daño y por la que la gente les puede rechazar. También señala que se comparan constantemente, son muy envidiosos y tienen una autoestima volátil, no soportan las críticas y frente a ello reaccionan de forma agresiva e irascible.
Las víctimas de los narcisistas necesitan psicoterapia
La psicóloga Pascual destaca que algo que les pasa mucho a las víctimas de un narcisista patológico, si no se hace buena psicoterapia, es que siguen atrayendo a los narcisistas, y después, al no hacer una psicoterapia, que la víctima cometa el mismo error del narcisista enfermo porque intenta solucionar su malestar emocional con sus actitudes.
"Por tanto, una víctima puede volverse narcisista como su propio maltratador porque su sufrimiento es tan grande que la mayor parte padecen estrés post traumático. Para curar esas heridas se tiene que tener mucho coraje y en muchas ocasiones abandonan el proceso psicoterapéutico. Entonces, muchas personas empiezan y lo dejan y como solución hacen la misma trampa, culpabilización al otro, sin reconocer qué ha pasado en mí, y empiezan a construirse una armadura y un disfraz que se puede parecer mucho al narcisista", agrega.









Una persona narcisista: ¿Nace o se hace?
Júlia Pascual resalta que las personas narcisistas nacen y se hacen, y esto depende de tres factores: el genético, el social, y el psicológico, y apunta que el narcisismo se genera entre los 4 y los 12 años habitualmente. El niño desarrolla narcisismo, necesita sentirse seguro como solución para evitar las continuas dosis de frustración y sufrimiento que vive en su infancia, "una solución adaptativa para poder manejarse en su entorno que le genera inseguridad", y se convertirá en trastorno si el niño utiliza esa estrategia demasiado tiempo y en todas las áreas de su vida, aclara esta psicóloga.
"Cuando somos pequeños tenemos un egocentrismo funcional. Es decir, el niño no reconoce al otro y tenemos un sesgo cognitivo porque solo vemos nuestra propia realidad y queremos que nuestro entorno gire en torno a nosotros. A partir de los 12-14 años una persona debe empezar a ser empática y ver que los demás no están a su disposición", subraya.
Una de las claves, en este sentido, es crear un apego seguro para fomentar su seguridad y sentimiento de protección, así como su autonomía. "Además, es fundamental estar presentes en la crianza para observarlos y descubrir sus potencialidades y debilidades, hacerles sentir que pueden contar con nosotros, trabajar la empatía y la tolerancia al error, y el respeto hacia los demás, y hacia uno mismo, en la diversidad de nuestras virtudes y defectos. En definitiva: crear seres humanos con altas dosis de humildad y de sencillez", defiende.
Por otro lado, esta psicoterapeuta alerta de que no hay un único tipo de narcisismo, y desgrana todas las variedades en el libro, de forma que identificando cada una aporta las claves para gestionar este tipo de relaciones.
Siempre sentiremos tensión y ansiedad con un narcisista
Pascual tiene claro que siempre que nos relacionemos con un narcisista vamos a sentir tensión y ansiedad, porque es una señal natural del cuerpo, que nos dice que depende de lo que hagamos o digamos podemos ponernos en peligro. "Frente a un narcisista debemos medir y evaluar constantemente nuestros actos y palabras, no podemos bajar la guardia y pensar que estamos a salvo, jamás", agrega.
En definitiva, mantiene esta psicóloga que es de vital importancia escoger bien la estrategia relacional y comunicativa con los narcisistas, todo dependiendo del tipo que tengamos delante. En líneas generales, eso sí, ve recomendable tener una relación en la que nos pongamos en una posición 'one-down', es decir donde él disfrute pensando que ocupa una posición de superioridad frente a nosotros y aporta los siguientes consejos:
- Detectar e identificar al narcisista lo antes posible y ver qué quiere de nosotros
- Usemos la amabilidad estratégica
- Evitemos atacar, confrontar o cuestionar al narcisista
- Hagámonos expertos en preguntar, escuchar, y parafrasear, más que en explicar y hablar
- Aprendamos a no responder al momento a sus peticiones, a poner límites y a decir que no
- Cultivemos nuestra autoestima, paciencia y fortaleza para hacerle frente
- Construyamos una realidad donde podamos tener un contacto mínimo o contacto cero con la persona narcisista
"Recuerda que la principal respuesta estratégica para redirigir un ataque narcisista será mostrar justo las características que un narcisista no posee: la humildad y la sencillez. Para ello tendrás que armarte de valor y de coraje. No es un camino fácil", sentencia Júlia Pascual.