Qué engorda más: ¿el vino o la cerveza?

Pocas costumbre son tan españolas como acompañar cualquier reunión con una copa de vino o una caña de cerveza. La climatología (y lo que comemos) tiene mucho que ver con la opción elegida: en verano solemos tender a bebidas frescas que acompañen a la gastronomía de esta época, como la cerveza o el vino blanco, mientras que en invierno solemos acompañar los platos más calóricos de un buen vino tinto. Si, además, estás intentando adelgazar, es posible que conocer qué engorda más, vino o cerveza, sea un factor relevante a la hora de decidir por cuál de las dos optar.

Qué engorda más: ¿el vino o la cerveza?

Los españoles tenemos muy normalizado el consumo de alcohol, y la presencia de bebidas como el vino o la cerveza se encuentra absolutamente extendida en nuestra cultura. Probablemente ello tenga que ver con el hecho de que somos uno de los principales productores de ambas bebidas alcohólicas en Europa y, por ello, estamos acostumbrados a defender la buena fama de estos productos.

En concreto, España es el tercer mayor productor mundial de vino (solo por detrás de Italia y Francia), y el décimo país del mundo en producción de cerveza (tercero de Europa, solo adelantado por Alemania y por Polonia). En cuanto a las cifras de nuestro consumo, nada menos que un 13 por ciento de los españoles toma alcohol cada día, lo que nos convierte en el segundo país de la Unión Europea en consumo de este tipo de bebida, solo superados por los portugueses.

Pero ¿qué es más saludable, el vino o la cerveza? Si nos centramos exclusivamente en su aporte calórico, el Colegio de Dietistas y Nutricionistas de Castilla y León asegura que, a pesar de que el vino contiene más calorías (70 por ml frente a las 50 de la cerveza), es la cerveza la que nos engorda más normalmente, según explican desde Vinetur.

La explicación es que solemos beber mucha más cantidad de cerveza que de vino en una sola 'sesión': en otras palabras, cuando nos vamos de cañas, solemos pedir un número mucho mayor de bebidas que cuando vamos de vinos.

Además, es importante tener en cuenta que no todas las bebidas son iguales y, en general, un vino más joven y más dulce tendrá más calorías. Por eso es mejor elegir vinos con al menos dos años. Además, normalmente el vino tinto tiene menos azúcar que el blanco. En cualquier caso, siempre puedes contrastar esta información consultando el etiquetado de cada bebida concreta, ya que tampoco todas las cervezas son iguales.

Por último, ten en cuenta que, si nos ponemos estrictos, ningún consumo de alcohol es saludable, pero beber alcohol de forma moderada puede no ser tan dañino si mantenemos una dieta sana y variada, si practicamos ejercicio de forma habitual, si descansamos bien... Además, tal y como recuerda Rioja Salud, el vino tomado con moderación es beneficioso para la salud. En concreto, existe una relación beneficiosa entre el consumo moderado de vino y patologías como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiológicas o el deterioro cognitivo.

En concreto, el consumo de vinos blanco y tinto mejora el metabolismo de la glucosa y aumenta el colesterol beneficioso (HDL) en pacientes diabéticos. Su ingesta moderada se asocia a una mayor longevidad y reduce el riesgo de deterioro cognitivo y de demencia.