La bronquiolitis, a raya este invierno gracias a las altas tasas de vacunación, sobre todo en bebés

  • La inmunización frente a la bronquiolitis reduce un 80% la necesidad de ingreso en el hospital

  • La bronquiolitis es uno de los virus más recurrentes en recién nacidos

  • En diciembre de 2022 había 247 ingresados por bronquiolitis y este 2023 hay 47

La bronquiolitis es uno de los virus más recurrentes en recién nacidos. Provoca infección en los pulmones y la inmunización reduce un 80% la necesidad de ingreso en el hospital.

La campaña de vacunación de la bronquiolitis está reflejando datos muy esperanzadores y muy distintos a los del año pasado. En diciembre del año pasado había 247 bebés ingresados y 48 de ellos en la UCI. Este diciembre hay 47 niños hospitalizados y solo 11 de ellos en la unidad de cuidados intensivos de pediatría.

Han sido vacunados unos 40.000 recién nacidos y los nacidos entre abril y septiembre de este 2023 ya alcanzan los 26.000, un grupo de cobertura de vacunación que, aproximadamente, supera el 90%.

Los sanitarios confirman que los datos de vacunación son muy esperanzadores de cara al invierno, la época habitual de más incidencia de esta enfermedad. La inmunización reduce en un 80% la necesidad de ingreso en el hospital por bronquiolitis.

Los síntomas de la bronquiolitis

La bronquiolitis es uno de los virus más recurrentes en recién nacidos.

La Asociación Española de Pediatría (AEP,) el cuadro clínico se inicia con síntomas de vías respiratorias altas como rinorrea, estornudos y tos, con o sin fiebre, habitualmente no muy elevada. En un periodo de 1 a 4 días, la tos se hace más persistente, apareciendo irritabilidad, rechazo de la alimentación, disnea espiratoria, auscultación con sibilancias y dificultad respiratoria.

Desde la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) se precisa que se debe acudir a un servicio de Urgencias por un cuadro de bronquiolitis si el bebé:

  • Presenta mal estado general, está irritable o adormilado; 
  • Si se fatiga mucho con las tomas, casi no come; 
  • Si se pone morado o pálido
  • Si respira peor, cada vez más deprisa, se le marcan las costillas, mueve mucho el abdomen, se le hunde el pecho o deja de respirar durante segundos.

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