Ciertas enfermedades se agravan con el frío: una epidemióloga explica su impacto directo
Las enfermedades preexistentes suelen agravarse con el frio, como las relacionadas con el sistema respiratorio y cardiovascular
Patricia Guillem, epidemióloga, explica el motivo por el cual suelen verse más afectadas por el frío y da recomendaciones para protegernos
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Madrid.Con la llegada del frío, las bajas temperaturas pueden tener un impacto sobre nuestra salud. Aparecen enfermedades respiratorias como la gripe, el resfriado común, la bronquitis o la neumonía. Además de estas, que suelen proliferar durante el inverno, las enfermedades preexistentes suelen agravarse, especialmente aquellas relacionadas con el sistema respiratorio, cardiovascular, y algunas condiciones musculoesqueléticas.
Patricia Guillem, catedrática de Epidemiología, Salud Pública y Medicina Preventiva de la Universidad Europea de Valencia, explica con detalle para la web de informativos Telecinco qué enfermedades suelen verse más afectadas por el frío.
Enfermedades respiratorias
"El frío puede irritar las vías respiratorias y debilitar las defensas naturales del cuerpo, favoreciendo infecciones y complicaciones", indica. El aire frío y seco, en particular, puede desencadenar ataques de asma, así como agravar los síntomas de quienes padecen enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), como la dificultad para respirar y la tos.
Además, las enfermedades respiratorias como la bronquitis y la neumonía se vuelven más frecuentes y graves durante los meses de bajas temperaturas, representando un riesgo mayor para quienes ya sufren afecciones pulmonares preexistentes.
Enfermedades cardiovasculares
También, el frío provoca vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que aumenta la presión arterial y la carga al corazón. Según la epidemióloga, por este motivo pueden empeorar aquellas personas con hipertensión y enfermedad coronaria.
"El riesgo de angina de pecho, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares puede aumentar en invierno debido al esfuerzo adicional que requiere el corazón", apunta. A lo que añade: "Es importante cuidar de nuestra salud cardiovascular durante los meses más fríos, manteniéndonos activos, controlando la presión arterial y evitando el estrés innecesario".
Enfermedades musculoesqueléticas
Por otro lado, el frío puede aumentar el dolor y la rigidez en las articulaciones y músculos. "Los pacientes con artritis suelen reportar un aumento en el dolor y la rigidez", señala. Igualmente, puede intensificar contracturas y molestias musculares.
Enfermedades inmunológicas
El frío puede afectar al sistema inmunológico, lo que puede complicar enfermedades crónicas como lupus exacerbando los síntomas y la esclerodermia, en la que los pacientes son particularmente sensibles a las bajas temperaturas (Fenómeno de Raynaud).
Enfermedades de la piel
De igual modo, el frío puede tener varios efectos en la piel como la sequedad, que puede deshidratar la piel, haciéndola lucir áspera y escamosa y la irritación, especialmente en áreas expuestas. También puede agrietarla por la falta de humedad y provocar un aumento de la sensibilidad.
Es por esto que también pueden verse afectadas aquellas personas con dermatitis atópica, ya que la sequedad del aire frío puede agravar esta condición, y con psoriasis, debido a que los brotes pueden ser más frecuentes en invierno.
Algunos consejos de prevención y cuidados, según la experta, son: usar cremas hidratantes ricas en emolientes y humectantes después de ducharnos y a lo largo del día según sea necesario, evitar duchas largas y calientes, ya que pueden eliminar los aceites naturales de la piel, usar ropa que proteja la piel del frío, como guantes, bufandas y abrigos, considerar el uso de un humidificador en casa para mantener la humedad en el aire y aplicar protector solar, ya que los rayos UV pueden dañar la piel incluso en invierno.
Medidas básicas para protegernos del frío en invierno
Reacomodaciones para protegernos del frio (y también a nuestras enfermedades) en exteriores:
- Vestirnos con capas: Usa varias capas de ropa para atrapar el calor. Comienza con una capa base que absorba la humedad, seguida de una capa aislante y una capa exterior que sea resistente al viento y al agua.
- Emplear los accesorios adecuados: No olvides usar gorro, bufanda, guantes y calcetines gruesos. La cabeza, el cuello y las extremidades son áreas donde se pierde mucho calor.
- Calzado adecuado: Usa botas impermeables y con buen aislamiento para mantener tus pies secos y calientes.
- Limitar el tiempo al aire libre: Si las temperaturas son extremadamente bajas, trata de limitar el tiempo que pasas afuera y busca refugio en lugares cálidos.
- Mantenernos activos: Moverte ayuda a mantener la circulación y el calor corporal, así que intenta caminar o hacer ejercicio ligero si estás al aire libre.
En interiores:
- Hidratarse adecuadamente para contrarrestar la sequedad del ambiente.
- Ajustar la calefacción: Asegúrate de que tu sistema de calefacción esté funcionando correctamente y ajusta la temperatura a un nivel cómodo.
- Usar mantas y ropa de abrigo: Mantén mantas a mano y usa ropa cómoda y abrigada dentro de casa.
- Cerrar puertas y ventanas: Asegúrate de que no haya corrientes de aire. Usa burletes o cinta adhesiva para sellar cualquier espacio por donde pueda entrar el frío.
- Cocinar y hornear: Cocinar no solo es una buena manera de alimentarte, sino que también ayuda a calentar la casa.
- Humidificar el aire: El aire seco puede hacer que te sientas más frío. Usar un humidificador puede ayudar a mantener un nivel de humedad adecuado y hacer que el ambiente sea más acogedor.
- Mantener las ventanas cerradas: Usa cortinas o persianas para ayudar a aislar las ventanas y mantener el calor dentro.
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