El pene enterrado, la condición por la que el miembro viril "puede llegar a desaparecer"

El pene enterrado puede tener origen congénito o adquirirse en la edad adulta, siendo frecuente su relación con la obesidad
Afecta gravemente a la autoestima y la vida sexual de quienes la padecen, aunque existen tratamientos efectivos con altos niveles de satisfacción
Las siete dudas más repetidas sobre el pene, resueltas por un urólogo experto en salud sexual masculina
El pene enterrado, también conocido como pene oculto o pene escondido, es una condición urológica poco conocida que puede generar importantes consecuencias físicas y psicológicas en quienes la padecen. Aunque el pene tenga un tamaño normal, queda oculto bajo la piel del abdomen, el escroto o el periné, dificultando su visibilidad y funcionalidad.
Según el doctor François Peinado, urólogo y andrólogo, jefe del Servicio de Urología del Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo 39 y especialista en salud sexual masculina, esta afección puede tener dos orígenes: "Puede ser congénita, es decir, que se presenta desde el nacimiento por alteraciones en el desarrollo de los tejidos, o adquirida, apareciendo más adelante en la vida, principalmente por obesidad, exceso de grasa que se acumula de forma muy localizada por debajo del pubis, lo que hace que el pene 'se entierre' debajo y en lugar de exteriorizarse se mete hacia dentro, pudiendo llegar incluso a desaparecer".
Más allá de lo físico
Los síntomas pueden ir más allá de lo puramente estético: "Los pacientes pueden presentar dificultades para orinar de pie, infecciones locales por problemas de higiene, molestias durante las relaciones sexuales", explica el doctor Peinado. Además, de un impacto emocional importante: "Con frecuencia llegan a consulta a hombres con pene enterrado que sufren una notable falta de confianza y seguridad en sí mismos, lo que impacta directamente en su autoestima y en distintas áreas de su vida cotidiana".
"Muchos rechazan mantener relaciones sexuales ocasionales, evitan las duchas públicas por vergüenza a desnudarse delante de otras personas… y lo más preocupante es que, en la mayoría de los casos, desconocen que existen soluciones reales que pueden mejorar significativamente su situación, con un nivel de satisfacción muy alto", recoge el especialista en su página web.
Tratamientos
En los casos congénitos que se detectan en la infancia, en muchas ocasiones el problema se resuelve espontáneamente con el crecimiento del niño. Sin embargo, cuando la situación persiste o aparece en la edad adulta, suele requerirse un abordaje quirúrgico. La edad media de los pacientes que buscan una solución a este problema está entre los 35 y 50 años, activos sexualmente todavía.
"El tratamiento debe ser individualizado y depende de la causa y la severidad del caso", señala el especialista. En los casos quirúrgicos, las opciones pueden incluir "la liposucción o extirpación del exceso de grasa suprapúbica, la reconstrucción de los ligamentos que sostienen el pene y la corrección de posibles anomalías en la piel que lo recubre".
Además, el abordaje debe ser integral, especialmente cuando está asociado a la obesidad. "La pérdida de peso y la adopción de hábitos de vida saludables son fundamentales para prevenir su aparición y para evitar una posible reaparición tras la cirugía", apunta Peinado.
El experto insiste en la importancia de que esta intervención sea llevada a cabo por equipos médicos con experiencia en salud sexual masculina: "Una cirugía incorrecta puede generar nuevas complicaciones funcionales o estéticas, por eso es clave acudir a centros especializados".
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