Depresión postparto: síntomas y cómo afrontar esta situación tan delicada cuando te has convertido en madre

El primer domingo de mayo se celebra en toda España el Día de la Madre. La maternidad es una experiencia bonita, pero no todo es un camino de rosas, especialmente en el posparto, una etapa de la vida compleja por los cambios hormonales y emocionales que implica.

Según la OMS, una de cada seis mujeres sufre depresión después de dar a luz. Psicólogas y matronas recomiendan enfocarse no sólo en el bebé, sino también en la salud física y mental de las mamás.

La depresión postparto que sufren cientos de miles de madres

Natalia es una de estas madres que tuvo que acudir a terapia al sufrir una depresión en el postparto. "Nadie me avisó, nadie me dijo que ser madre sería tan duro. Todavía recuerdo, y no creo que pueda olvidarlo fácilmente, todos esos pensamientos de triste, inutilidad e incapacidad que me inundaban a todas horas", estas palabras las escribió ella misma en una carta que sus psicólogos le recomendaron redactar en terapia.

"Yo sentía que no iba a ser capaz de cuidarlo. Es verdad que estaba ida. Estaba todo el día llorando, empecé a dejar de comer. Yo lo miraba y bueno, pues sí... es mi hijo, pero me tenían que ofrecer mucha ayuda", confiesa Natalia a las cámaras de 'Informativos Telecinco'.

Justo ahí, decidió ponerse en manos de profesionales y se recuperó. La apatía y la tristeza son normales justo después del parto. ¿Pero cuándo son un signo de alarma?

Según Liset Álvarez, psicóloga perinatal, si después de 15 días la madre sigue llorando todos los días, esto es un signo de alarma. Además, también es un signo preocupante si la madre presenta dos días sin conciliar el sueño.

Otro caso es el de Angès que sufrió ataques de pánico con el nacimiento de su primer hijo. Según cuenta esta madre, siempre tenía miedo de que le pasase algo a su pequeño y llegase "a morirse". Ella prefería dejarlo en la escuela infantil que hacerse cargo de él: "Estaba super tranquila esas horas que él se quedaba allí porque pensaba 'estas mujeres saben lo que están haciendo y yo no'".

La situación se repitió cuando nació su hija en plena pandemia. "En 15 días si no la lleve a Urgencias seis veces... Ahí lo vi más rápido y y me puse en manos de profesionales", confiesa Angès.

Esa ayuda profesional es clave, pero también el compartir estos sentimientos con su entorno de confianza y salir del silencio y de la culpabilidad.

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