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Engañar al hígado para seguir quemando calorías: un hallazgo que podría revolucionar la lucha contra la obesidad

Científica usando un microscopio en un laboratorio. Pexels
  • Un nuevo estudio ha identificado una posible manera de mantener activa la quema de calorías, incluso cuando se reduce el consumo calórico

  • Se trata de "engañar" al hígado para que actúe como si no estuviera en ayuno

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Un nuevo estudio de la Universidad del Sur de Dinamarca ha identificado una posible manera de mantener activa la quema de calorías, incluso cuando se reduce la ingesta calórica. En concreto, el equipo científico ha descubierto una vía completamente nueva para regular el metabolismo del hígado, lo cual podría tener aplicaciones médicas significativas.

"Si podemos controlar la quema de azúcar y grasa del hígado, también podríamos aumentar la eficacia de los medicamentos para perder peso y tratar la diabetes", afirma Kim Ravnskjaer, investigador principal y profesor asociado del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de dicha universidad. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Cell Metabolism.

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Muchas personas que intentan adelgazar mediante una reducción calórica se enfrentan a una situación frustrante: con el tiempo, el cuerpo deja de bajar de peso. Esto ocurre porque detecta una disminución en la cantidad de energía que recibe e intenta conservar recursos ralentizando su metabolismo, lo que implica que quema menos calorías que antes de comenzar la dieta. Esta respuesta se debe a que el organismo interpreta esta reducción como una amenaza de inanición y entra en "modo ahorro", manteniendo solo funciones vitales. Puede parecer sumamente injusto que el cuerpo no entienda que se está tratando de adelgazar y, en lugar de cooperar, se resista reteniendo energía.

Medicamentos y estacamiento en la pérdida de peso

Este hallazgo también podría resultar especialmente relevante para pacientes que utilizan fármacos para adelgazar o tratar la diabetes, como Wegovy y Ozempic. Muchas personas que utilizan estos medicamentos experimentan una detención en la pérdida de peso después de haber eliminado entre un 20 y un 25 % de su peso corporal. Según Kim Ravnskjaer, esta meseta se debe probablemente a una reacción natural del cuerpo: "Normalmente va bien al principio, pero a medida que las personas pierden parte del peso que querían perder, su progreso se detiene porque el metabolismo del cuerpo se adapta", explica.

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Si se lograra manipular esta adaptación del metabolismo, se abriría una nueva puerta para las personas que buscan perder peso. Un tratamiento capaz de evitar esa desaceleración podría alargar los efectos positivos de medicamentos como Wegovy, los cuales tienden a dejar de ser eficaces al llegar a cierto punto. Este es el foco del estudio dirigido por Kim Ravnskjaer y su equipo de investigación.

"Si pudiéramos desarrollar un medicamento que ayudara a mantener la quema de grasa o azúcar en su alto nivel original junto con los tratamientos para perder peso, las personas podrían seguir perdiendo peso más allá de la meseta habitual", señala. No obstante, destaca que sus conclusiones se basan únicamente en modelos animales, lo que implica que aún falta tiempo para aplicar estos resultados en humanos. "Desde los experimentos con ratones hasta la comercialización de un fármaco hay un largo trecho, pero ese es, evidentemente, el potencial de nuestra investigación", aclara Ravnskjaer.

El gen Plvap: pieza clave en la comprensión del metabolismo

El hallazgo de los investigadores surgió de manera inesperada mientras analizaban el rol de un gen denominado Plvap en determinadas células hepáticas de ratones. Ya se sabía, por investigaciones anteriores, que los humanos nacidos sin este gen presentan dificultades en el metabolismo de las grasas, un vínculo que el grupo científico decidió explorar más a fondo. Descubrieron que Plvap permite al cuerpo pasar de quemar azúcar a quemar grasa durante los períodos de ayuno. Y cuando este gen es desactivado (como se hizo en los ratones del estudio), el hígado no interpreta que el cuerpo está ayunando y continúa utilizando azúcar como fuente de energía.

Más allá de la sorprendente capacidad de eliminar Plvap y "engañar" al hígado para que actúe como si no estuviera en ayuno, los científicos observaron otros aspectos relevantes en su estudio. El primero es que la señal que inicia el cambio metabólico durante el ayuno proviene de las células estrelladas del hígado, no de los hepatocitos, que son las células más comunes encargadas del metabolismo hepático. Esto indica que las células estrelladas tienen un rol previamente desconocido en la regulación del metabolismo al comunicarse con otras células y dirigir sus funciones, lo cual representa una forma novedosa de interacción celular.

Así, a pesar de que la grasa fue redirigida hacia los músculos en lugar de al hígado, los ratones no experimentaron consecuencias adversas. Por el contrario, mostraron una mayor sensibilidad a la insulina y menores niveles de glucosa en sangre.

Kim Ravnskjaer considera esto especialmente alentador: "Es bien sabido que el nivel elevado de azúcar en sangre puede provocar complicaciones crónicas en las personas con diabetes tipo 2. Comprender el efecto del Pivap podría ayudar a los diabéticos a regular mejor su nivel de azúcar en sangre en el futuro."

Este avance científico podría tener un impacto amplio, no solo en el abordaje de la obesidad, sino también en la comprensión del metabolismo de las grasas y azúcares en distintas enfermedades metabólicas. A largo plazo, podría dar lugar a nuevas estrategias para tratar afecciones como la diabetes tipo 2 o la enfermedad del hígado graso no alcohólico.