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Emilio Gómez, referente en medicina reproductiva: "Es un error pensar que un problema de fertilidad se arreglará solo"

Emilio Gómez Sánchez, referente en embriología y medicina reproductiva
Emilio Gómez Sánchez, referente en embriología y medicina reproductiva. Cedida
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Las tasas de infertilidad están aumentando en todo el mundo, también en España. El retraso en la edad para tener hijos, la pérdida de calidad de los óvulos y espermatozoides, y determinados hábitos de vida están detrás de este fenómeno.

Este 25 de julio, con motivo del Día Mundial del Embriólogo, hablamos con Emilio Gómez Sánchez, referente en embriología y director del laboratorio de reproducción asistida de Next Fertility Murcia. Recientemente ha liderado un estudio pionero que ha detectado, por primera vez, la presencia de microplásticos en fluidos reproductivos humanos. El hallazgo, presentado en el congreso anual de ESHRE 2025 y publicado en la revista Human Reproduction, abre nuevas preguntas sobre el impacto ambiental en la fertilidad.

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Pregunta: Su estudio ha revelado la presencia de microplásticos en fluidos reproductivos humanos. ¿Qué implica este hallazgo y qué consecuencias podría tener sobre la fertilidad?

R. Quiero matizar que recientemente se han publicado otros estudios con hallazgos similares en ovarios y semen. Por el momento, la mayoría de estas investigaciones son descriptivas: confirman la presencia de microplásticos, pero no aportan datos sólidos sobre su impacto real en la fertilidad.

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Esto se debe a dos razones principales: por un lado, las muestras analizadas en cada estudio son todavía limitadas; por otro, los diferentes tipos de plásticos pueden comportarse de manera muy distinta, lo que complica aún más la interpretación. 

En estudios con animales, sí se han observado efectos sobre la reproducción, pero las concentraciones de microplásticos a la que estos animales han sido expuestos eran muy superiores a las que encontramos en humanos. Por tanto, aún no podemos afirmar con certeza cuál es su efecto directo sobre la fertilidad humana. Confiamos en que futuras investigaciones nos den respuestas más claras.

P: ¿Cómo llegan los microplásticos a nuestro sistema reproductivo? ¿Cuáles son las vías principales de exposición?  

R: Las tres vías principales son la ingestión, la inhalación y el contacto con la piel. Una vez en el organismo, los microplásticos pueden alcanzar el torrente sanguíneo, que los distribuye por todo el cuerpo, incluidos los órganos reproductivos.

P: ¿Cómo ha evolucionado la infertilidad en los últimos años y qué factores explican su aumento?

R: La infertilidad ha aumentado de forma sostenida a nivel global. Según la OMS, una de cada seis personas experimentará infertilidad a lo largo de su vida reproductiva. Uno de los factores más determinantes es el retraso de la maternidad: a partir de los 35 años, la cantidad y calidad de los óvulos disminuyen, lo que dificulta el embarazo.

También influyen factores de estilo de vida como el estrés, la obesidad, el tabaco, el alcohol o la exposición a contaminantes ambientales. Enfermedades de transmisión sexual o trastornos endocrinos pueden tener un papel adicional.

P: ¿Cuáles son las causas más comunes por las que una pareja no logra concebir de forma natural? 

R: La infertilidad puede tener origen femenino, masculino, mixto o ser inexplicada. Según la OMS, en un 30 % de los casos se debe a causas femeninas; en otro 30 %, a causas masculinas; en un 20 %, a factores mixtos; y en otro 20 %, no se encuentra una causa concreta.

Algunos ejemplos frecuentes son:

  • Problemas ovulatorios, como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
  • Endometriosis, una enfermedad inflamatoria en la que el tejido endometrial crece fuera del útero, afectando la función de los ovarios, las trompas de Falopio o el útero.
  • Problemas en las trompas de Falopio, que pueden estar obstruidas o dañadas por infecciones, cirugías o endometriosis, impidiendo el encuentro entre óvulo y espermatozoide.
  • Factores masculinos, como baja concentración, motilidad deficiente o morfología anormal de los espermatozoides.
  • Edad avanzada, especialmente en mujeres a partir de los 35 años.

En otros casos, la infertilidad es el resultado de factores en ambos miembros de la pareja o permanece sin una causa identificable, lo que se conoce como infertilidad inexplicada 

P: ¿A qué edad empieza a disminuir la fertilidad femenina de forma significativa y qué recomendaciones haría para quienes desean ser padres?  

R: A partir de los 35-37 años, la fertilidad femenina empieza a descender de forma clara. Las mujeres nacen con un número limitado de ovocitos que envejecen con ellas y pierden capacidad de reparación celular con el tiempo. Aunque no todas las mujeres tienen problemas para concebir a esa edad, el riesgo aumenta considerablemente.

P: ¿Y en el caso de los hombres? ¿También se ve afectada su fertilidad con la edad?   

R: Sí, aunque de forma más gradual. A partir de los 45 años comienzan a observarse cambios en la calidad seminal, y a partir de los 55 son más acusados. Disminuyen la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides, y aumenta el riesgo de mutaciones en su ADN, lo que puede influir tanto en la fertilidad como en el desarrollo embrionario.

P: ¿Cómo pueden saber las parejas si tienen problemas de fertilidad antes de intentarlo?

R: Alrededor del 15-20 % de las parejas tienen dificultades para concebir. Si una pareja tiene dudas, lo recomendable es acudir a un especialista en reproducción. En la mujer se evalúan hormonas, reserva ovárica y ecografía. En el hombre, un seminograma permite conocer cantidad, movilidad y morfología espermática.

P: ¿En qué se diferencian la inseminación artificial y la fecundación in vitro? ¿Cuándo se recomienda cada una?

R: La inseminación artificial consiste en introducir el semen,, previamente preparado, en el útero de la mujer. Es menos invasiva, más sencilla y económica. Se recomienda en casos de infertilidad leve, ovulación irregular o baja movilidad espermática. Es importante que al menos una trompa de Falopio sea permeable. Su tasa de éxito por ciclo está entre el 10 % y el 20 %.

La fecundación in vitro (FIV) implica extraer óvulos, fecundarlos en laboratorio y transferir los embriones al útero. Es un proceso más complejo, invasivo y costoso, pero tiene mayores tasas de éxito. Se indica en casos de obstrucción tubárica, endometriosis severa, baja reserva ovárica o tras fallos de otros tratamientos.

P: ¿Qué avances recientes están revolucionando la medicina reproductiva en España?

R: Hemos vivido una gran evolución, con mejores tasas de éxito gracias a la tecnología. Algunas innovaciones clave han sido la vitrificación de óvulos y embriones, el análisis cromosómico de embriones, la inteligencia artificial para seleccionar los mejores embriones o espermatozoides, incubadores con tecnología timelapse y nuevos medios de cultivo y medicación para la estimulación ovárica.

P: La preservación de la fertilidad (congelación de óvulos) está en auge. ¿En qué casos la recomienda? ¿Cuál es la edad ideal para vitrificar óvulos?

R: La preservación de la fertilidad mediante la vitrificación de óvulos está cada vez más en auge porque ofrece a la mujer una excelente opción para mantener la posibilidad de tener hijos en el futuro. Se recomienda esta opción en mujeres que desean retrasar su maternidad por diferentes motivos, en aquellas que van a someterse a tratamientos médicos que puedan afectar su fertilidad, como quimioterapia o radioterapia o en mujeres con diagnósticos que puedan disminuir su reserva ovárica en el futuro, como son la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico. El momento ideal es antes de los 35 años, cuando la reserva y calidad ovocitaria es mayor

P: ¿Qué avances tecnológicos cree que marcarán el futuro de la medicina reproductiva?

R: La inteligencia artificial es una de las grandes apuestas. Ya se utiliza para predecir la calidad embrionaria y seleccionar espermatozoides. También se están desarrollando sistemas que ayudan a personalizar la estimulación ovárica.

En el futuro, la genética será clave: permitirá personalizar tratamientos, diagnosticar causas hoy desconocidas o enfermedades en los embriones. Incluso podríamos llegar a obtener gametos humanos a partir de células somáticas. Aunque hoy suena a ciencia ficción, se está investigando activamente y podría convertirse en una realidad viable y segura.

P: La reproducción asistida avanza rápido, pero también plantea dilemas éticos y sociales importantes. ¿Cuáles cree que son los principales retos éticos actuales en este campo y cómo deberían abordarse? ¿Dónde están los límites?  

R: En mi opinión, los principales retos éticos a los que nos enfrentamos serían:  

  1. Selección y manipulación genética: el diagnóstico preimplantacional permite evitar enfermedades hereditarias, pero también puede usarse con fines no médicos, como la selección por rasgos físicos o sexo. Esto plantea debates éticos sobre eugenesia o presión social.
  2. Límite de edad para acceder a los tratamientos de reproducción asistida: En España no existe una ley que fije un límite de edad para acceder a tratamientos de fertilidad, aunque muchas clínicas lo sitúan en los 50 años. Este vacío legal genera debate: por un lado, se argumenta que la maternidad en edades muy avanzadas puede poner en riesgo la salud de la madre y del niño; por otro, se defiende el derecho de cada mujer a decidir cuándo ser madre, priorizando su estado de salud por encima de la edad cronológica. También se plantea si este debate debería aplicarse igualmente a los hombres, dado que la edad paterna avanzada también puede afectar la fertilidad y la salud del futuro hijo.
  3. Almacenamiento de embriones congelados: ¿Qué sucede cuando los pacientes ya no desean utilizar sus embriones, no pueden ser contactados o enfrentan disputas sobre la propiedad? Las decisiones sobre la eliminación de embriones, la donación a la investigación o la donación a otros pacientes plantean bastantes consideraciones éticas. Cuando una pareja decide no tener más hijos y tienen que elegir un destino para los embriones que tienen almacenados se puede abrir un dilema ético difícil de resolver. Los profesionales de la reproducción asistida debemos de ser capaces de informar y asesorar al paciente para asegurar que éste tome decisiones informadas sobre este particular. 

Estos dilemas deben abordarse con diálogo entre científicos, legisladores, comités de ética y sociedad. La regulación debe garantizar avances sin perder de vista los derechos humanos.

P: ¿Qué hábitos recomienda para proteger la fertilidad?  

R: Llevar una vida saludable. Esto incluye una dieta equilibrada, evitar el tabaco y el alcohol, mantener un peso adecuado, hacer ejercicio, reducir el estrés y minimizar la exposición a tóxicos ambientales.

P: Por último, ¿qué mensaje le gustaría transmitir a quienes están preocupados por su fertilidad o enfrentan dificultades para ser padres? 

R: Mi consejo para las personas que están teniendo dificultad en conseguir un embarazo es que acudan a un especialista, que no lo demoren pensando que se arreglará solo. La edad de la mujer es un factor muy limitante y cuanto más se retrase la búsqueda de ayuda, más difícil se vuelve. Las guías dicen que una mujer menor de 35 años que no consigue quedarse embarazada después de un año debería acudir a un especialista, y si es mayor de 35, después de 6 meses. 

También me gustaría hacer hincapié en el acompañamiento emocional, que no duden en buscar ayuda de un profesional para transitar por la montaña rusa de emociones que supone la infertilidad y sus tratamientos.