Salvan a una madre y a su bebé en una compleja operación en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo: "Ninguna de las dos estaríamos aquí”

Isabel, su hija África y los médicos se reencuentran en el Hospital de Vigo. Informativos Telecinco
  • La mujer sufría una disección de la aorta, un desgarro sin apenas referencias médicas en mujeres embarazadas

  • La madre tuvo que ser operada de urgencias sin conocer las consecuencias para su feto

Compartir

Los médicos del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo han conseguido un hito: salvar a una madre y a una bebé con una complejísima cirugía en la hubo que cortarles la circulación. Es uno de los pocos casos que se han dado en el mundo, explica en el vídeo Sara García.

África se ha reencontrado con los médicos que le salvaron la vida. Francisco Estévez, cirujano cardiaco del Hospital Álvaro Cunqueiro afirma que “este final es lo que nos pone contentos a todo el equipo”

PUEDE INTERESARTE

Todo comenzó a las 24 semanas de gestación, cuando la madre, Isabel, empezó a tener los síntomas de un infarto. “Ya empecé con la pierna izquierda. Se hinchó muchísimo, tenía mucho dolor”, explica.

Era el inicio de una disección de la aorta, un desgarro sin apenas referencias médicas en mujeres embarazadas.

“En el mismo TAC en el que diagnosticamos este síndrome aórtico agudo, veíamos en la imagen el desarrollo del feto. Era algo sobrecogedor”, comenta el cirujano.

PUEDE INTERESARTE

Una operación de urgencia

Los médicos operaron a Isabel de urgencia. No sabían qué iba a pasar con el feto. “Iban a intentar salvarme, y después a ver cómo podían hacer, si la niña iba a sobrevivir o no porque eran muchas horas de anestesia”, comenta ahora la madre.

El feto estuvo media hora sin recibir sangre pero a pesar de las dificultades, los cirujanos consiguieron sacar adelante a madre e hija. Iria de la Torre, anestesista, explica: “Lo primero que hicimos fue llamar al ginecólogo para ver cómo estaba el feto, y cuando puso el ecógrafo y había latido fetal, fue una sorpresa”.

La niña, África, nació tres meses después y ahora, sus salvadores se emocionan al verla.

Isabel está más que agradecida: “Todos se portaron muy bien, y quiero agradecérselo enormemente. Si no, ninguna de las dos estaríamos aquí”.

Los médicos del hospital público gallego consiguieron que África naciese sana y que Isabel pueda ver crecer a su hija.