Consejos

La trombosis del viajero: síntomas, factores de riesgo y cómo evitar trombos cuando vueles

Imagen de archivo de un avión. pixabay
  • Los viajes prolongados pueden multiplicar por dos e incluso triplicar el riesgo de la "trombosis del viajero"

  • Entre las recomendaciones: evitar ropa que comprima, mantener una hidratación adecuada y realizar ejercicio regular

Compartir

Los viajes prolongados, los de más de cuatro horas y sobre todo los que superan las ocho, pueden multiplicar por dos e incluso triplicar el riesgo de la "trombosis del viajero", según advierte la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH).

La "trombosis del viajero" consiste en un episodio de tromboembolismo venoso (TEV) en el que se forma un coágulo en las venas de las piernas que puede desprenderse y emigrar hasta la circulación pulmonar, provocando enfermedades de mayor riesgo.

PUEDE INTERESARTE

Síntomas de trombosis

La aparición de la trombosis es “algo imprevisible, ya que puede afectar días o semanas después de la realización del viaje en cuestión”, explica el presidente de la SETH, Joan Carles Reverter.

Sin embargo, suele generar dolor, que aumenta cuando se presiona a nivel de los gemelos, edema y enrojecimiento de la pierna, en un tramo de la misma (encima o debajo de la pantorrilla).

PUEDE INTERESARTE

La incidencia de tromboembolismo venoso es de 1 por cada 1.000 personas al año, pero el número de casos es mayor en personas que realizan viajes que superan las 4 horas y con una edad avanzada u otros factores de riesgo.

Factores de riesgo para la trombosis del viajero

Los factores de riesgo que pueden favorecer la trombosis venosa son:

  • La edad avanzada.
  • Antecedentes de trombosis previas.
  • Cirugía o traumatismo reciente.
  • Embarazo.
  • Uso de anticonceptivos orales.
  • Obesidad, cáncer o predisposición genética a la trombosis.
  • Durante el viaje, uno de los factores principales es la inmovilización prolongada.
  • Otros de los estímulos de la coagulación de la sangre, son la deshidratación, el descenso de los niveles de oxígeno y una reducida presión atmosférica (hipoxia hipobárica).

Recomendaciones para viajes prolongados

La SETH recomienda evitar ropa que comprima, mantener una hidratación adecuada y realizar ejercicio regular, mediante paseos durante el vuelo, en caso de viajar en avión, o ejercicios de contracción y extensión de las piernas, en el caso de ser sujetos sin factores de riesgo.

En caso de personas con alto riesgo de padecer trombosis, también se aconseja el uso de medias de compresión moderada o el uso de fármacos que interfieren la coagulación de la sangre, como las heparinas.