Enfermedades

Demuestran que los betabloqueantes no aportan beneficios en pacientes con función cardíaca normal tras un infarto

Demuestran que los betabloqueantes no aportan beneficios en pacientes sin daños tras un infarto
Nuevo estudio sobre los beneficios de los betabloqueantes. telecinco.es
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Un estudio liderado por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), en colaboración con otras instituciones internacionales, concluye que los fármacos betabloqueantes no aportan ningún beneficio clínico en pacientes que tras un infarto tienen función cardiaca normal, según informan Silvia Asain, Claudia Ortega y Nuria Fresneda.

Así lo revela este gran análisis que ha sido publicado en 'The New England Journal of Medicine' y que ha incluido a 17.801 pacientes de 5 estudios. Los resultados confirman que los betabloqueantes, uno de los tratamientos más extendidos tras un infarto agudo de miocardio, no reducen el riesgo de muerte, de nuevos infartos o de insuficiencia cardiaca en aquellos pacientes cuya función contráctil del corazón es normal.

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Betabloqueantes, solo si hay daño en el corazón

En el análisis, la mitad de los participantes recibió betabloqueantes mientras que la otra mitad no. Después de un seguimiento de casi 4 años, alrededor del 8 por ciento de los pacientes sufrió algún evento cardiovascular importante (como muerte, nuevo infarto o insuficiencia cardíaca). Este porcentaje fue similar en ambos grupos, tanto en los que recibieron betabloqueantes como en los que no los tomaron: "La tasa de mortalidad, de infarto recurrente o de ictus fue similar en ambos grupos", apunta Guiomar Mendieta, cardióloga del Hospital de la Santa Creu y Santa Pau.

Esto no quiere decir que todos aquellos pacientes que, durante tanto tiempo, han sido medicados con estos fármacos, prescritos de por vida, hayan sido "engañados": "No es que pase nada por tomarlos, pero los betabloqueantes tienen unos efectos secundarios que no tienen por qué sufrirse si no hay beneficio", añade José Manuel Vázquez, jefe de cardiología del hospital de A Coruña. Estos efectos secundarios son, principalmente, la astenia, la debilidad y la impotencia.

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Durante más de 40 años, todos los pacientes que sufrían un infarto eran tratados de por vida con betabloqueantes, independientemente de cómo estuviese la función de su corazón. Esto se debe a que los ensayos clínicos realizados en los años 70 y 80 mostraron un beneficio de estos fármacos. Sin embargo, los autores del estudio señalan que el manejo del infarto desde entonces ha cambiado radicalmente y el, ahora, el pronóstico de los pacientes es mucho mejor que entonces, siendo menos propensos a tener arritmias malignas o insuficiencia cardiaca. Solo tendrán que tomar estos medicamentos, por tanto, aquellas personas que, tras un infarto, sí registran daños severos o permanentes en el corazón.