¿Cuándo un resfriado pasa a ser una neumonía? Las claves de Francisco Sanz, neumólogo, para reconocer esta "amenaza para la salud"
Todo lo que deberías saber sobre esta infección pulmonar según Francisco Sanz, especialista en Neumología
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¿Qué es una neumonía? La neumonía es una infección del pulmón que puede ser causada por múltiples microorganismos (bacterias, virus y hongos). En personas sanas, la neumonía más común es la producida por una bacteria llamada neumococo (Streptococcus Pneumoniae).
La neumonía sigue siendo una amenaza real para la salud de las personas. De hecho se estima una importante causa mortalidad por enfermedades infecciosas en todo el mundo.
¿Sabrias reconocer sus síntomas y como prevenirla? Hablamos sobre ello con Francisco Sanz, neumólogo del Hospital General Universitario de Valencia y miembro del Área de Tuberculosis e Infecciones Respiratorias (TIR) de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), con motivo del Día Mundial de la Neumonía, que se lleva a cabo cada 12 de noviembre.
P: ¿Cuáles son los síntomas más habituales y cuándo debemos sospechar que un resfriado o una gripe pueden haberse complicado en una neumonía? ¿Cuándo conviene acudir al médico o incluso a urgencias ante síntomas respiratorios?
R: Uno de los principales signos de alerta es la persistencia de fiebre o aparición de fiebre alta (más de 39ºC) en pacientes con sintomatología de infección respiratoria (tos, expectoración). También puede ser un síntoma preocupante la aparición de dificultad respiratoria (disnea), síntoma que debería ser de alarma para acudir a su médico.
P: ¿Qué papel tienen las vacunas en la prevención? ¿A quién se recomienda ponérsela?
R: Está claramente demostrado que las infecciones respiratorias y su complicación más grave, la neumonía, pueden ser prevenibles mediante la vacunación. Actualmente disponemos de vacunas frente a los virus de gripe, COVID, virus respiratorio sincitial (VRS) y frente a bacterias (neumococo) que causan la mayor parte de las neumonías.
Las poblaciones en las que se aconseja la vacunación son principalmente las personas mayores de 65 años y las personas menores de 65 que tengan enfermedades crónicas de base (respiratorias, cardiacas, renales o metabólicas) o trastornos de la inmunidad. Estas personas desarrollarán neumonías más graves.
P: ¿Considera que la concienciación ha mejorado tras la pandemia o sigue siendo una enfermedad en la que se tiende a infravalorar su gravedad? ¿Ha mejorado la cobertura vacunal frente a la neumonía tras la pandemia?
R: La pandemia mostró a la población lo peligrosas que pueden ser las infecciones respiratorias y cómo protegerse ante ellas, especialmente mediante la vacunación. Las personas de riesgo de una mala evolución si presentan una neumonía sí que están más motivados para recibir la vacunación antigripal y antineumocócica y prevenir, por tanto esta enfermedad.
P: Además de vacunarse, ¿qué hábitos o medidas cotidianas ayudan realmente a prevenir una neumonía?
R: Es cierto que las personas pueden participar en prevenir una neumonía mediante la adopción de hábitos de vida saludable. El más importante es dejar de fumar si la persona es fumadora. También es aconsejable una alimentación equilibrada y la realización de ejercicio físico. Aquellas personas que presentan sintomatología de infección respiratoria pueden contribuir al disminuir el riesgo de diseminación utilizando mascarillas hasta que mejoran de la tos o fiebre.
P: En los últimos años se habla más de la resistencia a los antibióticos. ¿Cómo afecta esto al tratamiento de la neumonía?
R: Las resistencias antibióticas es un problema muy importante y su prevención es una prioridad para la OMS. Las resistencia antibióticas impiden que los antibióticos, que son el tratamiento de las infecciones bacterianas, no tengan efecto y esto generará mayores complicaciones de la neumonía o mortalidad.
Afortunadamente, en el caso de la neumonía, el principal causante, neumococo, es sensible a los antibióticos disponibles, sin embargo, otros microorganismos que causan neumonía en pacientes con enfermedades crónicas respiratorias pueden no serlo y complicar así el tratamiento.
P: ¿Qué secuelas puede dejar una neumonía?
R: Habitualmente las neumonías se resuelven sin complicaciones pero algunos pacientes pueden presentar en las semanas siguientes tos residual que se resolverá espontáneamente. En el caso de neumonías más complicadas como aquellas que se denominan necrotizantes o las que cursan con empiema (que es un derrame pleural infectados) pueden genera algunas lesiones pulmonares más o menos permanente que, según el estado de base del paciente puede tener un impacto en la sintomatología tras la resolución del proceso de la neumonía.
P: ¿Qué es lo que más preocupa ahora a los expertos en relación con la neumonía? ¿Dónde están los grandes retos?
R: Los principales retos en la investigación sobre neumonía incluyen mejorar la identificación etiológica de los patógenos responsables, con el objetivo de optimizar el tratamiento antibiótico, reduciendo su duración y utilizando agentes más específicos. Además, resulta prioritario avanzar en la detección de biomarcadores que permitan predecir complicaciones clínicas, así como evaluar estrategias de tratamiento de soporte no antibiótico en los casos de neumonía grave.
P: Si pudiera lanzar un mensaje concreto a la población por el Día Mundial de la Neumonía, ¿cuál sería?
R: Está en manos de cualquier persona prevenir esta enfermedad con la vacunación y el estilo de vida saludable.